Camps mete presión a Rajoy para que lo rehabilite con un puesto de primera línea
El presidente de la Generalitat, con el apoyo de Génova, ignora el órdago La oposición cree que Camps vive en la "enajenación política"
El expresidente de la Generalitat Francisco Camps tiene claro que no quiere quedarse en el ostracismo político tras haber sido declarado no culpable de cohecho impropio por haber recibido regalos de la trama corrupta Gürtel. Y ayer, en contra de quienes le han recomendado que sea paciente y se tome un año sabático, Camps decidió meterle presión al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para que lo rehabilite, cuanto antes, y en un puesto de primera línea política.
Francisco Camps eligió la revista de moda Telva —propiedad del mismo grupo editorial que el diario El Mundo y a la que premió con una exposición en el IVAM durante su etapa como presidente del Consell— para hacer llegar su mensaje a la Moncloa.
En la entrevista, Camps reivindica su gestión, niega las evidencias de despilfarro y corrupción y afirma: “Ahora me doy cuenta de que estoy más preparado que nunca para ser presidente de la Generalitat o del Gobierno”.
La entrevista, que se incluye dentro de un reportaje titulado El hombre más perseguido de España, incluye fotografías del expresidente recreando los tópicos huertanos de La barraca y Cañas y barro.
La entrevista causa malestar, preocupación e hilaridad entre los cargos del PP, que critican a Camps
“¿No se arrepiente de nada?”, le preguntan. Y Camps responde: “No. ¡Pero si es que lo único que he hecho ha sido ganar elecciones y hacer que la Comunidad Valenciana se sintiera, por primera vez en muchos años, fuerte, próspera, digna, moderna y leal a España! Nos hemos situado como motor de este país. Durante el invierno nuclear del Gobierno de Zapatero, Valencia alumbraba el camino del futuro de España”.
¿Y qué ha aprendido de toda la experiencia?, le preguntan. “Mucho”, responde, “Ahora me doy cuenta de que estoy más preparado que nunca para ser presidente de la Generalitat Valenciana o del Gobierno. Tras estos años en la primera línea de la política sé que todavía tengo más hechura. Mi recorrido ha sido un cursus honórum romano. Fui concejal del Ayuntamiento de Valencia y arreglé el tráfico en la ciudad. Y mire, aquí ya no existen los atascos. He sido consejero en el Gobierno valenciano, diputado nacional, vicepresidente del Congreso, delegado del Gobierno, presidente de la Generalitat Valenciana... No he llegado a ministro, pero he estado cerca. Empecé ordenando el tráfico y terminé dirigiendo todo el escenario, que es lo bonito, lo que a mí me gusta. Es que al final mi bagaje es impresionante...”.
El avance de la entrevista, que hoy se difundirá íntegra, causó una mezcla de malestar, preocupación e hilaridad en las filas del PP, que no acababan de creerse algunas de las respuestas de Camps.
Algunos cargos del PP interpretaron las manifestaciones de Camps a la citada revista como una advertencia de que está dispuesto a capitalizar el malestar de los populares valencianos por el aislamiento al que los ha sometido Mariano Rajoy. Un malestar que, aunque es muy improbable, podría cuajar con una candidatura alternativa a la de Alberto Fabra en el congreso regional que se celebrará el próximo mes de mayo.
Ante esta lectura, el propio Camps se apresuró a matizar por la tarde al diario La Razón: “No pienso afrontar, de momento, nuevas responsabilidades”.
Y es que en las horas previas, los mensajes de apoyo a Alberto Fabra se sucedieron. Unos llegaron nítidos, como el del portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, que recordó que la Comunidad Valenciana ya tiene un presidente.
Otros más titubeantes, como el del presidente provincial del PP de Valencia, Alfonso Rus, que apostó por “sumar y no restar” y que dijo que “si ya hay un presidente [Alberto Fabra] habrá que apoyar al presidente”.
El propio presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, optó por ignorar a Camps. “He venido a hablar de infraestructuras productivas y de futuro y no voy a hacer valoraciones a nivel político de ningún compañero”.
En privado, distintos cargos del PP criticaron la pretensión de Camps de presionar para conseguir sus ambiciones personales sin tener en cuenta la lealtad a Mariano Rajoy y a Alberto Fabra. Otros cargos no tuvieron reparo en calificar las manifestaciones de Camps a la revista como las de una persona que ha perdido todo contacto con la realidad y que no duda en exponerse junto a su familia en pos de un proyecto personal.
La oposición valoró la entrevista concedida por Camps como una nueva muestra de su inhabilitación para la política.
El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, indicó tras conocer las declaraciones que Camps está “inhabilitado y en una situación inmejorable para dimitir de diputado autonómico y miembro del Consell Jurídic Consultiu e irse a su casa”. “Debería estar suspendido de militancia y venir a las Cortes a explicar cuestiones del tsunami de corrupción que organizó, consintió y permitió durante su mandato”.
Mònica Oltra, de Compromís, señaló: “Camps está fuera de la realidad, pero Fabra no se está enterando de que su partido se está desmoronando a su alrededor”. Ignacio Blanco, de Esquerra Unida indicó que Camps está en un “estado de enajenación política” que es responsabilidad también del PP, que le aplaudía cada vez que entraba y salía del hemiciclo.
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