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Los sobres de un personaje clave

El exchófer acusa a un directivo de Vitalia de dar jugosas comisiones a Guerrero

Javier Martín-Arroyo

En su extenso relato, el exconductor Juan Francisco Trujillo añadió numerosos delitos con personajes ya imputados en el caso. Entre los desmanes destacan dos cohechos que implican al ex director comercial de Vitalia, Antonio Albarracín. Trujillo detalló a la juez cómo subió a recoger dos sobres de “más de dos dedos de grosor y menos de tres” con “billetes que se notaban grandes” y que le entregó Albarracín en Madrid para que le diera el dinero a Guerrero.

Tras su declaración, el PP pidió a la juez la detención inmediata de Albarracín por el riesgo de fuga. Y la magistrada otorga veracidad a la grave acusación de Trujillo, tal y como refleja en su auto: “Dos sobres de dinero entregados a modo de comisión por Albarracín a Guerrero”. Sin embargo, de momento no ha trascendido que Alaya haya ordenado su detención. Mientras, el directivo, que estaba imputado por conocer la inclusión de varios intrusos, se ha limitado a pedir a la juez que retire su imputación en un escrito. Ayer su abogado, Francisco José Rubiales, rechazó opinar sobre la petición de detener al ejecutivo.

“Hola, soy Albarracín, el gitano”, solía ser su presentación con tono de sorna en numerosas ocasiones. Tenía una gran ambición y siempre apostaba alto, aunque las formas a veces no eran las adecuadas, según personas que le trataron. En una ocasión incluso intentó chantajear a un exdirectivo de la cúpula de Empleo. “Nunca tuvo buena fama, aunque todos sabían que acompañaba a Guerrero cada cierto tiempo”, describe un testigo de los tiempos de vacas gordas en Empleo. Cuando las irregularidades comenzaron a ser vox populi en la Consejería, la consultora Uniter sustituyó a Vitalia en la gestión de los ERE.

Pero durante años el negocio de Vitalia con la Junta fue redondo. La investigación ha desvelado que las comisiones ilegales en los ERE por “conceptos extraordinarios” alcanzaron hasta el 25% del costo de los expedientes, una desorbitada cifra fuera de mercado, que sitúa la media entre el 1% y el 5%. Entre 150 y 200 millones pagó el Gobierno andaluz de los fondos públicos en comisiones ilegales, según cálculos del PP. El testimonio de Trujillo de ayer apunta a que esas comisiones también acabaron en los bolsillos de Guerrero. “Albarracín y Guerrero se veían una vez al mes, o cada mes y medio”, ilustró el exconductor.

Por contra, las comisiones de la consultora Uniter rondaron de media el 7,8%, según han informado las aseguradoras a la Junta después de que se destapara el abuso de las comisiones ilegales. Una cifra también elevada, pero que incluía el costo de las asociaciones de extrabajadores, que rondaba entre el 3 y el 4%, y que Empleo asumió debía pagar ante el cierre de las empresas.

La red tejida por Albarracín alrededor de los ERE incluía unos mediadores a los que pagaba de muy diversas formas. “Lanzas cobra sus servicios de mediación de varios modos: emisión de informes, comisiones, cobro de pólizas de seguro cuya prima ha sido abonada por Vitalia, auto-prejubilarse en empresa, etc”, destacó un informe policial.

La trayectoria del grupo que engloba a Vitalia, Eurobank, es una sucesión de descapitalizaciones y fraudes monetarios a través de aseguradoras como Fortia Vida, Vitalia Vida y Apra Leven. La investigación descubrió cómo parte del dinero público previsto para los prejubilados de empresas en crisis acabó invertido en el ladrillo en Rumanía, Brasil y la República Dominicana gracias a la agresiva política de beneficios de Vitalia.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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