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Jesús Loza | Comisionado para la Convivencia del 'lehendakari'

“Los presos son problema de ETA y tienen un problema con ETA”

Jesús Loza, durante la entrevista con este periódico, en Vitoria.
Jesús Loza, durante la entrevista con este periódico, en Vitoria.L. RICO

Jesús Loza tiene entre sus cometidos las políticas de convivencia y superación de las consecuencias del terrorismo, las relaciones con el Gobierno central y las actuaciones con los presos.

Pregunta. ¿Por dónde quiere el lehendakari que empiece?

“Lo logrado es mucho: hace poco se hablaba de empate infinito”

Respuesta. Me ha dicho que continúe haciendo y profundice en las cosas que ya estaba haciendo, de memoria, justicia convivencia y política penitenciaria.

P. El objetivo y lo importante es la convivencia, pero, ¿qué es lo urgente de su trabajo?

“La memoria será también denuncia del victimario y su proyecto político”
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R. Construir consensos. Primero, en Euskadi. Colaboraré a compactar con los grupos la creación de la ponencia propuesta por el lehendakari y esta debe hacer luego una hoja de ruta que cubra el final definitivo a incondicional de ETA y la construcción de la convivencia con memoria, libertad e igualdad.

P. Memoria y política penitenciaria están entre sus cometidos. ¿Cómo los abordará?

“Hablaré con Bildu y Amaiur, pero, evidentemente, no están los primeros”

R. En memoria se ha avanzado mucho. No será solo recuerdo de la víctima, sino denuncia del victimario y de los objetivos políticos que perseguía, y promoción de los valores contra los que atentaba: libertad, Estado de Derecho y autogobierno. También hace falta el consenso en política penitenciaria. El objetivo en esta última es la recuperación para la democracia de los victimarios, más allá de su reinserción.

P. ¿Los presos no son más un problema de ETA y Batasuna que de la sociedad o del Estado de Derecho?

R. Son problema de ETA y Batasuna y no nos lo pueden transferir a los demás. Pero además tienen un problema con ETA y Batasuna, que les impiden cumplir la ley para acogerse a beneficios. En el caso de Batasuna, con el contrasentido de que, por su parte, está haciendo todo lo posible por cumplirla.

P. ¿Ve un horizonte temporal para que estén en libertad?

“He hablado con presos de ETA en Nanclares, con rigor y discrección”

R. Eso dependerá de ellos. Todavía hay en la cárcel miembros de las Brigadas Rojas, porque no han aceptado ni la ley de arrepentidos ni la de disociación. Nosotros podemos facilitar, poner balizas en la pista de aterrizaje, pero la pista es el Estado de Derecho y no se va a mover de sitio, es su avión el que tiene que completar el giro para colocarse en línea. No les estamos planteando hablar para ver cómo se arregla esto, sino que les estamos diciendo cómo se hace. También que estamos dispuestos a ayudarles, pero que la decisión es suya y que no será posible cualquier tipo de ayuda. Batasuna tiene que dejar que los presos se autodeterminen y cumplan la legalidad

P. ¿Ha hablado usted con presos de ETA?

R. Sí, he estado con reclusos de Nanclares. Con esto estoy saliendo del armario, pero solo diré que todo se ha hecho con mucho rigor, discreción y consenso en muchos niveles. Y las tres cosas hay que mantenerlas.

P. ¿Qué ha visto en ellos?

R. Ideas muy claras y el recorrido de un itinerario absolutamente sincero.

P. ¿Ha estado en el proceso de encuentros con las víctimas?

R. He coordinado todas las actuaciones realizadas en el País Vasco, en colaboración, tanto con el anterior Gobierno central como con el actual.

P. ¿Esas citas son una especie de terapia?

R. Las pidieron los propios presos tras un programa de trabajo organizado que se trazó a raíz del fin de la tregua de 2006 con la bomba de la T-4. Se concibió como parte de la lucha antiterrorista, igual que el resto de la política penitenciaria. Fue el final de un proceso en el que reconocieron no solo la inutilidad, sino el profundo error y la barbaridad de lo que hicieron. Las víctimas que accedieron son gente de una calidad humana increíble.

P. ¿Tienen, además del peso de haber segado vidas, el sentimiento de haber tirado por completo la suya propia? Algunos tienen cerca de 60 años.

R. Sí, Kepa Pikabea, lo dice en el documental Al final del túnel. Otros no lo verbalizan, pero no hay que ser un genio para percibir que eso es una realidad.

P. ¿Ve al Gobierno del PP dispuesto a seguir ese camino?

R. Lo ha dicho públicamente. Estoy seguro de que la relación con él, que es parte de mi cometido, será fluida.

P. ¿Los recelos del PP a la ponencia que propuso el lehendakari son un mal presagio?

R. No. La voluntad de acuerdo está por encima de las dificultades. Si mantenemos esa voluntad, que compartimos el PP, el PSE, el PNV y Aralar y somos todos realistas y conscientes de las dificultades del otro, todo será más fácil. Estoy seguro de que habrá acuerdo el día 30 para constituir la ponencia y pediré comparecer ante ella.

P. Qué contesta a quienes, incluso dentro del PSE, creen que el lehendakari ha tardado demasiado, que tanto su figura como la ponencia llegan tarde y ya no sirven casi para nada?

R. La gestión de los tiempos es importante. Lo hecho hasta ahora ha logrado que ETA abandone. Recordemos que hace poco se hablaba de empate infinito y cosas así. Algo habremos hecho bien. Para mí, la estrategia ahora es la misma, adaptada a los nuevos tiempos.

P. Tiene un año escaso por delante: ¿Qué dejará hecho?

R. Espero que las bases consensuadas de la construcción de la convivencia, con el máximo respaldo posible. Percibo una aceleración del final. El último año enseña que muchas cosas pueden cambiar mucho en muy poco tiempo.

P. ¿Qué bases serían esas?

R. Prestigiar el Estado de Derecho; reconocer como legítimo, aunque sea mejorable, el marco que tenemos; no poner obstáculos a Batasuna si su apuesta es sincera; admitir que la sociedad vasca es plural y que el objetivo con los presos debe ser su recuperación y reinserción. Si acordamos eso, habremos hecho un trabajo espléndido.

P. La sociedad española se muestra muy contraria a beneficios para los presos.

R. Hay que hacer entender fuera de Euskadi que, para lograr convivir como en Zafra o Benalmádena, nosotros tenemos desgraciadamente que hacer esfuerzos suplementarios.

P. ¿Hablará con la izquierda abertzale a través de Bildu y Amaiur?

R. Sí. Les pediré que asuman su responsabilidad y conviertan en estratégica su apuesta táctica por la democracia.

P. ¿Les ha llamado ya?

R. No. Las prioridades son muy importantes y, evidentemente, ellos no son los primeros. Solo he llamado al presidente del Consejo de Víctimas, José Luis de la Cuesta y a Maite Pagazaurtundua, presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo. Para que las víctimas estén bien, hace falta que acabemos definitivamente con ETA y son su proyecto totalitario.

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