Las protestas vuelven a bloquear el Ayuntamiento de Jerez

Las trabajadoras de Acasa y Limasa, empresas concesionarias de los servicios municipales de ayuda a domicilio y de limpieza en los colegios públicos de Jerez de la Frontera (Cádiz), han vuelto a bloquear esta mañana con una gran pancarta el acceso de unos 2.000 empleados a la sede central del Consistorio en demanda del cobro de las cuatro últimas nóminas.

La alcaldesa del municipio, María José García Pelayo (PP), no ha podido presentar a las once de la mañana el cartel de la próxima Feria del Caballo de Jerez y tampoco ha podido abrir la sede de Jereysa, la empresa municipal de recaudación de impuestos y tasas municipales.

Las empresas afectadas cuentan con más de 600 empleados. Las primeras llevan días acampada y las segundas han cumplido el segundo día de paro, que afecta a los 47 colegios públicos de infantil y primaria, que se han quedado sin limpiar.

A estas protestas se ha unido un centenar de policías locales que, convocados por el Sindicato Independiente de Policía Local, han recorrido las calles del centro de la ciudad para reclamar salarios adeudados desde diciembre y parodiando a los tres últimos alcaldes y alcaldesas de la ciudad.

Tres  policías se han disfrazado con caretas de los alcaldes democráticos de Jerez -Pedro Pacheco, Pilar Sánchez y la actual alcaldesa, María José García-Pelayo-, seguidos de un cortejo de agentes que simulaban ser los séquitos de sus respectivos partidos políticos. Tras ellos, también en manifestación, los conductores de los autobuses urbanos, en huelga desde hace siete semanas; y la plantilla del servicio de mantenimiento del alumbrado público, que también sufre el impago municipal.

Para que la ciudad se acoja a la línea de crédito ICO para el pago a proveedores, el interventor municipal debe remitir al Ministerio de Hacienda las facturas pendientes de pagar, que ascienden a 400 millones de euros, el 40% de la deuda del Ayuntamiento jerezano.