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La reforma laboral de Rajoy (y Arenas)

El PSOE intenta aprovechar el rechazo generado por el abaratamiento del despido

Manuel Planelles
José Antonio Griñán, en su visita al parque Figueroa de Córdoba.
José Antonio Griñán, en su visita al parque Figueroa de Córdoba.F. J. VARGAS

El PP intenta llegar a San Telmo a lomos de la corrupción. Y el PSOE quiere frenarle cabalgando sobre la reforma laboral aprobada por el Gobierno central. "La reforma laboral de Rajoy y Arenas”, suelta José Antonio Griñán cuando empieza a hablar de este cambio normativo que ha movilizado a los sindicatos de clase y a los sectores más progresistas. Con esa apostilla el candidato socialista intenta implicar a su rival en unas medidas que, en su opinión, “no apuestan por el empleo, sino por el despido más barato”.

Griñán ha vuelto a abordar este viernes este asunto en su ruta electoral por la provincia de Córdoba, que utilizó para presentar propuestas sobre empleo para jóvenes. Los sindicatos CC OO y UGT habían anunciado por la mañana la convocatoria de huelga general contra el abaratamiento del despido para el 29 de marzo (cuatro días después de las elecciones andaluzas y un día después de que Mariano Rajoy presente sus Presupuestos). El candidato del PSOE no ha querido apoyar explícitamente esta medida de presión sindical en sus intervenciones en la capital cordobesa. “No es una buena noticia, una huelga general nunca es una buena noticia”. Lo contrario, pese a estar en campaña electoral, hubiera sido pasarse de frenada, ya que Griñán sigue siendo el presidente de la Junta.

Pero sí ha descargado todas las responsabilidades de la huelga sobre los hombros del Gobierno. Por la mañana, ha instado a Rajoy a que se siente con los sindicatos para alcanzar una solución, que debe pasar por rectificar la reforma laboral: “Tiene 20 días el Gobierno para sentarse, negociar con los sindicatos y retirar esas medidas”. Luego, ha enumerado los derechos que han perdido los trabajadores. En otro pequeño mitin en Lucena (42.000 habitantes), Griñán se remontó al final de la dictadura, cuando se pactó “un modelo de convivencia de libertad sindical y convenios colectivos” a pesar de estar también en tiempos de crisis.

La reforma laboral —y algunas otras medidas de austeridad aprobadas por Rajoy— han dado a los socialistas esperanzas de poder impedir la mayoría absoluta del PP. Griñán ha rebuscado este viernes en las entrañas de la encuesta del CIS del jueves, que no da por cerrada la absoluta del PP, para concluir que los cualitativos del sondeo les benefician. “Si queremos es indudable que podemos ganar”, ha dicho en Córdoba. “Si queremos podemos”, ha insistido en Lucena.

Pero la reforma también ha permitido a los socialistas volver a patearse la calle. Una dirigente del PSOE cordobés explicaba este viernes como hace solo cuatro meses se sentían como unos “apestados”. “Incluso evitábamos el saludo a muchas personas”. Pero el cambio del marco laboral —y el miedo que se ha generado— les ha permitido recuperar algo la ilusión. Incluso, en un sector que hasta hace poco era de los más hostiles: el de los funcionarios que se levantaron contra lo que llamaban el “decreto de enchufismo”. La reforma laboral y los planes del Gobierno inquietan a los trabajadores de las agencias. CC OO y UGT —que apoyaron en su día la reordenación del sector— han convocado este sábado a una manifestación a los empleados de dos de estos entes públicos para defender “sus puestos de trabajo que están siendo cuestionados con falsas acusaciones y difamaciones”.

Que los socialistas hayan vuelto a salir a la calle, no significa que todo sea gloria. En su visita por el barrio de Las Moreras de Córdoba, Griñán ha escuchado improperios de algunos ciudadanos. Fundamentalmente, críticas relacionadas con el punto más débil de los socialistas en esta campaña: el escándalo de corrupción de los ERE irregulares, un asunto por el que Griñán no es que pase de puntillas, sino que directamente elude. Ni una sola referencia al caso hizo en los tres discursos que dio ayer.

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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