El PP cuenta con mejores datos de los que le otorga el CIS

Javier Arenas habla ya como si fuera presidente. Calmoso, ha empezado a explicar esta mañana en Ronda reposadamente cómo será su equipo en la Junta andaluza. De puertas para afuera, la encuesta de CIS que sitúa al PP al borde de la mayoría absoluta, pero no la garantiza, parece haber pasado de largo sobre el ánimo de la caravana de este partido, que sigue al pie de la letra el manual de hacer hincapié en la moderación y la esperanza, con una mano, y atizar a los socialistas con los ERE y el paro, con la otra. Antes de intervenir en un acto repleto de profesores de instituto sobre Formación Profesional, el candidato del PP ha comentado que los sondeos que maneja acrecientan la ventaja sobre los socialistas, incluso se ha permitido bromear respecto a sus adversarios: “¿Qué están eufóricos por el CIS? Bueno, ellos tienen su propio camino ¿no? [en referencia al eslogan del PSOE]”.

Sin embargo, no ha dejado de recordar e insistir en lo trascendental que es el 25 de marzo: “Nos jugamos mucho, esta vez el cambio puede ser una realidad”, ha repetido a los profesores, mientras hacía uso de sus dotes para la empatía con invocaciones a la moderación, la tranquilidad, la serenidad. “No pido un voto radical, porque no lo soy; ni extremista, porque tampoco lo soy; Le pido el voto a los que nunca habían apostado por el PP porque aquí está la mayoría que cree en la concordia”, ha dicho, tras proclamar que será el presidente de todos (aunque no le voten) sin revancha ni rencor.

Luego se ha referido a la “herencia compleja” que va a recibir al llegar a la Junta y ha dedicado un buen apartado a advertir de que los tiempos no están para fiestas: “No voy a prometer 500 hospitales y 20 puentes, no voy a hacer brindis al sol. Hay que ser realistas y austeros”. Dentro de este bloque, al referirse al despilfarro, es donde ha insertado en esta ocasión el escándalo de los ERE. Y con una frase nueva: “Es reflejo de la descomposición de un Gobierno que dura mucho”.

Esperanza Oña, alcaldesa de Fuengirola y portavoz parlamentaria, que le ha hecho de telonera, ha pasado la acusación a una versión más gore: “El PSOE es corrupción y paro”.

Arenas ha coronado el acto con un canto a la esperanza y la ilusión ya asegurado que quiere alcanzar la Junta por sus propios méritos y no por la pésima gestión del PSOE.