El Barça doma al Bizkaia
Los de Katsikaris, demasiado acelerados, sucumben ante el intratable líder de la ACB
El Bizkaia, equipo revelación en estado de gracia en la Euroliga, chocó aparatosamente ayer contra el muro del Barcelona, líder de la ACB, en lo que fue una reedición de la pasada final de liga. El primer cuarto pasó como una exhalación, pero dio cabida a todo tipo de contingencias. A priori se trataba de un encuentro entre dos equipos felices, ambos clasificados para cuartos de final de la competición continental y con buena salud en la doméstica. Tanto entusiasmo les llevó a mantener un ritmo desbocado, que al final el Bizkaia no pudo manejar. Con Sada controlando a Jackson y Mickeal atando en corto a Mumbrú, el Barcelona cogió las riendas del partido.
Cuando más empezó a echar en falta a D'or Fischer, el Bizkaia perdió también a Mumbrú por una técnica descalificante que desequilibró aún más las fuerzas bilbaínas.
Los de Xavi Pascual, dueños de la mejor defensa de la ACB y de Europa, se revelaron un muro infranqueable con las paredes cada vez más duras. Aunque para barrera rocosa estaba N'Dong, que sacaba adelante cualquier canasta. Sin perder la compostura aunque quizá demasiado alocados, los de Katsikaris se apoyaron en el eléctrico Jackson, que no logró apagar el fuego. De atesorar nueve puntos de ventaja, los catalanes pasaron a acumular 17 en un abrir y cerrar de ojos. Katsikaris pedía paciencia, presión y concentración, Raúl López tomó buena nota de ello y el equipo tomó algo de aire.
GESCRAP BIZKAIA 65 - BARCELONA REGAL 72
Parciales: 6-23,22-21, 16-17, 21-11
Gescrap: Jackson (12), Blums (0), Mumbrú (0), Hervelle (9), Mavroeidis (8) —cinco inicial—; Raúl López (8), Vasiliadis (22), Grimau (6), Banic (0), Josh Fisher (0) y Samb (0).
Barcelona: Sada (5), Navarro (7), Mickeal (6), Lorbek (15), Ndong (2) —cinco inicial—; Huertas (8), Ingles (0), Rabaseda (1), Wallace (11), Vázquez (12) y Perovic (5).
Arbitros: Pérez Pizarro, Jiménez y Martínez Fernández. Excluyeron con técnica descalificante a Mumbrú (m. 8) y por faltas personales a Grimau (m. 40).
Bilbao Arena: 10.014 espectadores.
Después de tres triples seguidos firmados por Wallace y Huertas, la esperanza de entrar en el choque parecía desvanecerse otra vez (26-44). El Bizkaia se fue al descanso con dudas abismales y escaso acierto ofensivo.
El intermitente Mavroeidis se lució al inicio del tercer cuarto anotando ocho puntos del tirón, pero el Barça no perdonaba ni una. Sobre todo Lorbek, que se movía con una soltura incontestable. El motivado Bizkaia sacó su carácter luchador y peleó cada balón, cada rebote, cada segundo del choque. Katsikaris trató de endurecer la defensa del equipo, pero el coloso catalán conocía ya demasiado bien el camino. Las salidas rápidas eran la única vía para el Bizkaia, que desinflado, tuvo en Vasileiadis, ya entonado por completo, a su máximo anotador y al alma del equipo. Tanto, que puso al marcador en un esperanzador 62-68 a 24 segundos del final. El Barça, fiel a su estilo, se cerró a cal y canto y apuntaló su victoria.
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