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Bocados exquisitos de Madrid

La autora del Centro Barceló ha sido elegida arquitecta del año por la revista ‘AD’ Su estudio ha ganado un concurso para urbanizar una localidad china. Su ruta por Madrid está formada por joyas arquitectónicas de distintos estilos

Fuensanta Nieto, en la azotea del edificio Torres Blancas.
Fuensanta Nieto, en la azotea del edificio Torres Blancas.CRISTÓBAL MANUEL

1. Acceso a la torre BBVA. Me parece muy interesante cómo los edificios llegan al suelo. Y en este entras bajando suavemente, te metes por esa cortina de cristal y acero e inmediatamente tienes una altura mayor por la que accedes al banco. Y cuando se entra bien a un edificio ya te sientes bien en el interior.

2. Azotea de Torres Blancas. Por el modo en que esta torre llega al cielo y la creación de este espacio común, con jardín y piscina, incluso en sus inicios llegó a tener restaurante. Hay un mundo de azoteas en Madrid que hay que explotar y esta torre da idea de cómo deben ser. Este edificio y el anterior son de Sáenz de Oiza.

3. Esquina de viviendas en Montesquinza 41. Es ejemplo de cómo un edificio da la vuelta a la esquina. Es un volumen que se deshace en una serie de piezas creando una continuidad. Sientes que alguien, Javier Carvajal, se ha preocupado de cómo el edificio da la vuelta.

4. Lucernario de la iglesia de Nuestra Señora de La Luz. Edificio espléndido de José Luis Fernández del Amo, pequeño y hecho con materiales austeros donde lo verdaderamente impresionante es cómo a través del techo en pirámide invertida entra la luz y baña su interior (Fernán Núñez 9).

Madrid, Columbia, China...

Fuensanta Nieto estudió arquitectura en Madrid, donde nació en 1957, y Columbia. Junto a su marido, Enrique Sobejano, forman el estudio encargado del Museo San Telmo, Medina Zahara o la ampliación del Museo Joanneum de Graz (Austria).

5. La marquesina del Hipódromo la Zarzuela. Me fascina esta cubierta ligera, del ingeniero Eduardo Torroja, con esa capacidad de gran estructura, pero que parece que está flotando. Es de una elegancia exquisita.

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6. El interior del Frontón Beti Jai. Es un recuerdo para mi de cuando hace años entré en su interior. Lo he intentado repetir, pero solo lo he podido entrever a través de una malla que le protege. Es un espacio abierto inusual, en el centro de Madrid, que habría que recuperar y ser público. (Marqués de Riscal 7)

7. Las grandes salas longitudinales de Tabacalera. Es un gran edificio en la glorieta de Embajadores construido a finales del XVIII que es una demostración de cómo una gran estructura perdura en el tiempo. Cuando algo así está bien pensado y bien hecho es capaz de aguantar y adaptarse luego a nuevos usos que le vengan.

8. El jardín de la Casa Museo Sorolla. Aunque tiene una magnífica colección de pintura de Sorolla, me encanta su pequeñito jardín en medio de Madrid, en una calle, Martínez Campos 37, rodeada de ruido y edificios altos. Pero te metes ahí, debajo de su pergolita, y te dan ganas de quedarte leyendo toda la tarde.

9. La fachada del Colegio mayor Casa do Brasil. Por su rotundidad y claridad volumétrica, deudora de la arquitectura de Oscar Niemeyer, abstracción y sencillez de su composición como pantalla a la autopista de A Coruña. Se enfrentó muy bien a su entorno. (Avenida Arco de la Victoria s/n)

10. La cubierta de la nave del Centro de estudios Hidrográficos. Una muy bella solución de una cubierta prefabricada de hormigón que genera un espacio inundado de luz natural. Obra de Miguel Fisac, se puede visitar previa petición. Yo siempre que puedo llevo ahí a mis alumnos. (Paseo Bajo de la Virgen del Puerto 3).

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