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Una nueva vida para la Bética

La orquesta que fundó Falla da un paso adelante para volver a los escenarios

Uno de los primeros ensayos de la Orquesta Bética, en Sevilla.
Uno de los primeros ensayos de la Orquesta Bética, en Sevilla.GARCÍA CORDERO

La Orquesta Bética vuelve a engrasar sus engranajes para regresar a los escenarios. Fundada por Manuel de Falla en 1923, la Bética inicia una nueva etapa con dos formaciones orquestales —orquesta filarmónica y de cámara—, más ambición que nunca y sin ningún tipo de subvención pública. Acaban de terminar las pruebas de selección de instrumentistas y este mes están inmersos en sus primeros ensayos. Su posible estreno: el próximo abril.

 Una de las apuestas más fuertes es la de la creación de la nueva Orquesta Bética de Cámara. Con menos músicos y con un estilo con más similitudes a la que creó Manuel de Falla, este conjunto pretende potenciar las facilidades para hacer giras y especializarse en la música de la época de su fundador, a caballo entre el impresionismo, los nacionalismos y las vanguardias. "Aunque el momento es tan malo para una como para la otra, creemos que quizá tenga más oportunidades la Bética de Cámara. La idea es imprimirle una gran calidad, y puede que, llegado su momento, sea esta la que tire de la filarmónica", explica su presidente desde hace 22 años, José Salazar. Al frente de esta nueva formación estará Michael Thomas, antes director de la Orquesta Joven de Andalucía.

La orquesta más antigua de Andalucía —y la tercera de España, según su presidente— lleva décadas debatiéndose entre el renacimiento y la desaparición. Etapas oscuras en las que ha ido perdiendo, poco a poco, todo lo que tenía: los conciertos, las subvenciones, la programación e incluso la propia sede. Ocupaban la iglesia de Santa Lucía hasta que comenzó su rehabilitación. Un día volvieron a por las partituras de la orquesta, y la Junta había cambiado las cerraduras.

La formación renace  en Sevilla como orquesta filarmónica y de cámara

"Después de unos meses, nos llamaron para decirnos que se habían llevado el archivo a un sótano del Estadio de la Cartuja y que si no lo recogíamos, lo ponían en la calle", explica Inmaculada Hernández, vicepresidenta de la Bética. Cuando lo recogieron, se dieron cuenta de que faltaba una bolsa con cartas personales de Falla que nunca más ha vuelto a aparecer.

Ahora están de prestado en las instalaciones de la Universidad Pablo de Olavide —en cuya biblioteca guardan su archivo— y en las de la Banda Municipal. En cuestiones de dinero, poco ha cambiado la situación. Hace años que la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla les retiraron las subvenciones. "El Ayuntamiento tiene suficientes problemas como para haber pensado en estabilizar a la Orquesta Bética. Somos especialistas en subsistir gracias a que los integrantes de la Bética trabajaban en otros sitios", explica su presidente. "Un gran número de los integrantes son profesores jóvenes del conservatorio", explica Salazar sobre sus músicos, que tienen una media de 30 años. Su manera de subsistir será a través de los conciertos que ya están cerrando. "Por ahora trabajamos por amor al arte. La gente sabe que no tenemos nada, pero está dispuesta a venir a trabajar para conseguir el nivel necesario", añade Salazar.

En esta nueva etapa renacen con una vocación andaluza: no se aferran a establecer su sede en Sevilla o a ser una orquesta exclusiva de la ciudad. Tampoco ven competencia en la Orquesta Barroca o en la Sinfónica de Sevilla. Cuando esta se fundó, fue la única vez que establecieron contacto. "Ningún país habría abandonado una orquesta como esta teniendo en cuenta quién es su fundador. La Sinfónica fue la única que nos hizo caso cuando se fundó, y lo único que quería de nosotros era el nombre. Nosotros nos negamos", asegura el presidente.

El conjunto interpretará el mismo repertorio que el primer concierto que programó Falla

Hay una necesidad de crear nexos con aquella primera orquesta que se regía bajo la batuta del compositor gaditano. Tocarán el mismo repertorio que en aquel primer concierto. "El programa integrará Ma mère l'oye, de Ravel; Preludio a la siesta de un fauno, de Debussy; El Retablo de Maese Pedro, El sombrero de tres picos y El amor brujo, de Falla. Además de una sinfonía de Mozart, otra de Haydn y una obra de Rimski-Korsakov. En aquella época, excepto las obras de Haydn y Mozart, era un concierto de música contemporánea", explica Thomas.

La idea del director no es solo recuperar para el primer concierto la música que se interpretó en aquel primer concierto de la Bética, sino también hacer una pequeña gira que recorra las mismas ciudades que entonces: Alicante, Valencia, Barcelona (Palau de la Música) y Bilbao. En Sevilla, la Bética solía tocar en el histórico Teatro Llorens de la calle Sierpes, hoy un salón de juegos. El Ayuntamiento ha manifestado que quiere devolver el Llorens a la cultura: quizá algún día las notas de la Bética puedan volver a resonar en su histórica sede.

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