El déficit de la Generalitat se multiplica por cuatro en 2011 y llega a 1.543 millones
Las emisiones de deuda y los ingresos de créditos palían el desfase entre gastos e ingresos El Consell pone en marcha las subastas para vender patrimonio público y hacer caja
La política de austeridad del Consell todavía no se refleja en las cuentas públicas por más que el consejero de Hacienda, José Manuel Vela, se esfuerce en presentar una visión optimista de las cuentas autonómicas. Vela, en la rueda de prensa posterior al pleno del Gobierno valenciano, presentó el viernes la liquidación de los presupuestos de la Generalitat de 2011, esforzándose en destacar el ahorro presupuestario de 739,4 millones alcanzado durante el año pasado. El consejero destacó que el volumen de obligaciones reconocidas por la Generalitat habían disminuido por primera vez durante dos años consecutivos gracias a unas medidas de ahorro que se incrementarán con la puesta en marcha de una central de compras el próximo mes de septiembre.
La realidad, sin embargo, es bastante más pesimista. La Generalitat cerró 2011 con un déficit de 1.543,4 millones, una cifra que multiplica por cuatro las pérdidas de 2010, que fueron de 379 millones. El déficit se ha cuadriplicado en apenas un año. Las cuentas del pasado ejercicio constatan que los ingresos no financieros —que no tienen en cuenta el recurso a la deuda— ascendieron a 10.773 millones, mientras que los gastos fueron de 14.061 millones. La actividad ordinaria del Consell, descontada la deuda, registra un déficit de 3.600 millones frente a los 2.857 de 2010. La reducción hasta 1.543 millones se consigue tras aplicar los ingresos de créditos y las emisiones de deuda. Esta cantidad supone entre el 1,3% y el 1,4% del PIB de la Comunidad Valenciana, dato que el consejero confrontó con el 3,6 registrado en 2010.
José Manuel Vela insistió en que la causa del déficit hay que buscarla en la caída de los ingresos ordinarios de la Generalitat, tanto en los impuestos recaudados directamente como en los fondos que transfiere el estado por el modelo de financiación autonómica, que no ha dudado en calificar de “estrepitosa y desmesurada”. Para hacerse una idea de la magnitud de hasta qué punto ha descendido la recaudación basta con fijarse en la caída registrada en el impuesto de transmisiones y actos jurídicos documentados, el más importante de los gestionados directamente por el Consell. En 2006 la hacienda pública valenciana recaudaba 2.485 millones, mientras que el año pasado la cantidad apenas logró superar los 700 tras la caída de la actividad económica.
La caída de los ingresos no financieros se come el plan de ahorro
El derrumbe de los ingresos no financieros alcanza los 969 millones, una cantidad que destruye el ahorro de 739 alcanzado gracias al plan de recortes puesto en marcha en julio del año pasado.
Semejante panorama obliga al Consell a recurrir a todo tipo de fórmulas para reducir el déficit. La venta de patrimonio no es novedosa, ya se intentó sin éxito en 2011, pero se insiste en el mismo sistema. El pleno del Gobierno aprobó enajenar mediante subasta pública una parcela situada en la partida de Los Ángeles en Alicante. La subasta de esta parcela supone el arranque del Plan de Optimización del Patrimonio para llevar dinero fresco a las exhaustas arcas de la Generalitat.
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