Armón rema a contracorriente

Pujó por conseguir contratos en Holanda en un concurso que los astilleros de media Europa ansiaban. Contra todo pronóstico se hizo con dos pedidos. El astillero asturiano Armón, con factoría en Vigo, es uno de los pocos (junto a Freire, Cardama y Metalships) con actividad garantizada, lo que para un astillero hoy es como acariciar el infinito y más allá. Ayer botó un oceanográfico para el IEO en el que seguirá trabajando hasta julio. También cuenta con encargos de pesqueros para el Canal de Panamá, y una embarcación para la armadora noruega Esvagt, el barco de proa invertida que comenzó a construirse en Factoría Naval de Marín. Fuentes de la empresa aseguran que pese a todo, “hay posibilidades de negocio”, que pasan por contratos que no necesitan del esquema de financiación que Europa cuestiona.

La ceremonia se celebró un día después de conocerse el drástico paquete de medidas que exige la dirección de Barreras para superar el concurso. El conselleiro de Industria, Javier Guerra, destacó durante el acto la “gran capacidad de innovación”, de los constructores, e insistió en que sigue sin conocer el plan de viabilidad del astillero vigués en suspensión de pagos. Barreras solicita al Igape un préstamo participativo (que si no se devuelve se convierte en capital) de diez millones de euros. En otra crisis, la de Factoría Naval, que acaba de despedir a casi toda la plantilla, el conselleiro dijo ver con buenos ojos que los exempleados lleguen a asumir la gestión si presentan un plan de negocio “viable”.