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Los empleados del metro votan si van a la huelga

TMB logra romper la unidad de los comités de autobús y metro

Camilo S. Baquero

Divide y vencerás. Con esta técnica de manual, Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) está al borde de lograr la desconvocatoria de la huelga de metro programada para la próxima semana. Los empleados del subterráneo votarán si aceptan la propuesta de TMB, que se presentó ayer en dos asambleas. La decisión indignó a los empleados del bus, pues creen que deshonra el acuerdo de unidad entre los comités de empresa. Este colectivo aún negociaba a las once anoche de ayer jueves.

Tras explicar la propuesta presentada por la empresa en las asambleas, el comité de empresa del metro decidió ayer convocar el referéndum. Las urnas estarán abiertas en las cocheras de Santa Eulàlia desde hoy a las diez de la mañana hasta el mediodía de mañana, explicó Ángel González, delegado de CGT. La opción de realizar un referéndum y no una asamblea, como también se planteó inicialmente, fue tomada tras una larga reunión. La última oferta de la empresa consiste en extender el actual convenio colectivo hasta 2013. Se abonará el IPC del año pasado en dos pagos idénticos del 1,2% del salario de 2011. El primer pago se haría en el segundo semestre de 2013 y el otro, en 2014.

Por otra parte, la empresa también se compromete a actualizar las tablas salariales con un incremento del 1,2% en 2012 y del mismo porcentaje en 2013, eso sí, sin tener en cuenta el IPC de 2011. En una nota, TMB aseguró que con esta propuesta “agotó todas las posibilidades de negociación, haciendo un esfuerzo extraordinario”. Finalmente, la empresa volvió a comprometerse a mantener los puestos de trabajo y recordó que “tenía la previsión de aplicar cambios organizativos que supusieran una reducción de costos”. La empresa tiene que recortar 56 millones este año para ser viable.

La empresa volvió a comprometerse a mantener los puestos de trabajo

Las asambleas informativas donde se explicó la propuesta fueron bastante tensas. Al Casinet de Hostafrancs, en Sants, donde se reunieron los trabajadores de metro, también fueron algunos empleados de autobús, mientras su comité de huelga asistía a las reuniones con la mediación del Departamento de Empresa y Empleo. Esto incomodó a algunos trabajadores del metro, que lo consideraron una “presión”. Los conductores del bus los acusaron de traición y de incumplir el compromiso alcanzado el pasado 8 de febrero. “A mí si me apuñalan, que lo hagan de frente”, espetó uno de los trabajadores.

Algunos empleados de metro reivindicaron su derecho a decidir sobre la propuesta realizada por TMB. En los corrillos se hablaba mucho del caso de Panrico, donde la plantilla votó reducirse el sueldo. Desde el sector del autobús se recordó: “la unidad es la única carta que tenemos ante la empresa” y recordaron cómo TMB se niega a publicar los salarios de sus directivos, a pesar del compromiso de su gerente, el también teniente de alcalde Joaquim Forn (CiU).

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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