Puig propone “reiniciar” el PSPV para derrotar al Partido Popular
El aspirante a la secretaría general de los socialistas valencianos pide hacer equipo Manuel Orengo y Miguel Soler ejercen como padrinos del rival de Jorge Alarte
“Vivir es tomar partido”, dijo Ximo Puig, alcalde de Morella y diputado en el Congreso, en el discurso en que hizo pública la noche del miércoles su candidatura a la secretaría general del PSPV-PSOE. Luego citó a Gramsci para asegurar: “Yo también odio a los indiferentes”. Era la justificación retórica de su irrupción como aspirante a relevar al actual secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, y de la necesidad de construir una alternativa al “lamentable” resultado de 17 años de gobierno del PP en el País Valenciano. En un acto celebrado en el salón de actos del sindicato UGT en Valencia, Puig se postuló como el cuarto candidato al 12º congreso de los socialistas valencianos, que se celebrará los días 30 y 31 de marzo y 1 de abril en Alicante.
Ante más de 400 personas, entre las que se contaban el expresidente de la Generalitat y senador, Joan Lerma; la diputada autonómica Ana Barceló, adscrita al sector de Leire Pajín; varios diputados autonómicos; el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Joan Calabuig; la diputada Carmen Montón, miembro de la ejecutiva federal del PSOE; el exsecretario general del partido Joan Ignasi Pla; el secretario provincial del PSPV en Castellón, Francesc Colomer, y el alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, Puig propugnó “reiniciar el partido y reiniciar la Comunidad Valenciana desde nuevas bases y con los valores de siempre”.
Sacar al partido de la “depresión” para que libere “todo el potencial que tiene” es el objetivo que planteó Puig, quien insistió mucho, como hace el manifiesto que presentó Miguel Soler antes de su discurso, en reforzar el trabajo de los militantes y fomentar una dirección que trabaje en equipo. Presentados por el exalcalde de Gandia José Manuel Orengo, además de Soler, precedió al ya candidato en el uso de la palabra la diputada autonómica Verònica López.
Puig se propone sacar al partido de la "depresión" y liberar su "potencial"
En su intervención, Soler recordó que, al contrario que los sectores que se alinean tras la candidatura del alcalde de Morella, apoyó en el congreso federal del PSOE a Alfredo Pérez Rubalcaba y dijo que, si aquello lo hizo porque pensaba que era mejor, ahora cree que Puig es “la mejor opción” para liderar el PSPV-PSOE. Soler criticó que la gente se movilice contra los recortes y en defensa de los servicios públicos y se pregunte “¿dónde está el PSPV?” o que incluso afirme “ni está ni se le espera”.
“Somos más pobres, tenemos más parados, han liquidado el sistema financiero, estamos en números rojos y, lo que es peor, han devaluado el prestigio de la Comunidad Valenciana”, dijo Puig sobre la gestión del PP, que también criticó por la corrupción para exigir “gobernantes dignos, fiables y honrados”. El candidato definió el suyo como “un proyecto tan socialista como valenciano”, arraigado en el territorio y también en las ideas socialistas.
El mensaje fundamental de su discurso, sin embargo, iba dirigido a la militancia. “Vamos a superar las etiquetas, las fronteras entre nosotros, que son absurdas, que no tienen ningún sentido”, señaló Puig, quien puntualizó que no propugna la “uniformización”, sino la “unidad”. Se declaró partidario de “un partido de equipo”, que no espere a “mesías salvadores” y, para tratar de esquivar el hecho de que tras su candidatura se alinean viejas familias internas como la lermista, puso énfasis en asegurar que la suya es “una alternativa que no excluye a nadie, que es de todos, que no tiene ningún apadrinamiento”.
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