Bancaja impugna el acuerdo que revisa su peso en el grupo Bankia

El consejo de administración de Bancaja decidió ayer impugnar el acuerdo alcanzado por su matriz, el Banco Financiero y de Ahorros (BFA), de nombrar a un perito que revise la valoración que se hizo del Banco de Valencia en el momento de la fusión con Caja Madrid y otras entidades menores, en 2010. Dicho acuerdo podía tener como consecuencia, a su vez, la revisión del peso de Bancaja en Bankia. Ahora deberán decidir los tribunales.

“El consejo de administración ha expresado su posición firme de defensa de sus intereses en BFA al haberse realizado en su día, julio de 2010, todo el proceso de valoración y auditoría de todos los activos integrados en BFA con las máximas y mismas garantías”, señaló la entidad valenciana en un comunicado al término de un largo y por momentos tenso consejo.

El consejo consideró que el acuerdo adoptado por el BFA lesiona “los intereses de Bancaja en el banco por un supuesto incumplimiento del contrato de integración”. Una de las cuestiones que más malestar generaron en el consejo de Bancaja, presidido por José Luis Olivas, fue el apoyo que recibió la auditoría de la valoración del Banco de Valencia por parte de los consejeros valencianos que se encontraban presentes en la reunión, lo que permitió que el acuerdo saliese adelante por unanimidad. Votaron a favor cinco de los seis representantes nombrados por Bancaja en el BFA. El sexto, Antonio Tirado, no asistió por motivos personales.

El consejo de administración de ayer decidió, en ese sentido, “remitir a los consejeros de Bancaja presentes en el consejo del BFA una comunicación, exigiéndoles que cumplan las obligaciones inherentes a su condición de representantes de Bancaja en el órgano de gobierno del banco, y que subsanen cualquier situación de conflicto de intereses”.

El consejo rechaza que se audite el valor del Banco de Valencia en 2010

A la reunión de ayer en Bancaja no asistió el consejero Francisco Pons. Los otros cuatro que respaldaron el nombramiento del perito la abandonaron en el momento de la votación. Durante el debate se justificaron, según fuentes conocedoras de lo sucedido, argumentando o bien que no creyeron que la medida podía restar peso a Bancaja en el grupo o bien que recibieron fuertes presiones para respaldarla. Es posible que, además, deban firmar un documento admitiendo que actuaron de forma negligente.

Olivas recibió el apoyo del consejo, pero la reunión no fue pacífica. Algunas voces señalaron que la difícil relación que en este momento mantienen el presidente de Bancaja y el de Bankia, Rodrigo Rato, está pasando factura a la entidad valenciana en varios campos: pérdida de influencia en el grupo; dificultad para beneficiarse del peso en el mismo, a pesar de alcanzar oficialmente el 37%, y práctica desaparición de los directivos valencianos de los principales órganos de decisión. También se escucharon reproches a Olivas por haber tardado dos semanas en informar al consejo sobre la decisión adoptada por el BFA.

El consejo también aprobó, con tres votos en contra, el nombramiento de Aurelio Izquierdo como director financiero “con la responsabilidad de la gestión y control del patrimonio de Bancaja”. Sus retribuciones serán, sin embargo, sensiblemente inferiores a las que tuvo como director general de Bancaja.

La asociación Pro Banco de Valencia emitió ayer, por su parte, un comunicado en el que señalaba que los fondos propios de la entidad ascienden a 325 millones a nivel consolidado, lo que impediría “una operación acordeón que pretenda valorar a cero sus acciones”. El presidente de la Asociación Española de la Banca (AEB), Miguel Martín, afirmó, entre tanto, que confiaba en que el Banco de Valencia desapareciera como todas las entidades “inviables” para reforzar la confianza en el sector.