“Resolver congresos en falso nos hace perder el crédito”
Romeu opta a la secretaría general del PSPV-PSOE En el congreso federal apoyó a Rubalcaba
No es nuevo en el intento. Francesc Romeu ya trató hace cuatro años de optar a la secretaría general del PSPV-PSOE. Desde entonces, ha mantenido sus aspiraciones, que encontraron cierto impulso al conseguir una lista de delegados propia al congreso federal del PSOE, celebrado hace dos semanas. Allí apoyó a Alfredo Pérez Rubalcaba, contra la línea de voto a Carme Chacón que impusieron las viejas familias del partido de los socialistas valencianos. Su coincidencia en el apoyo a Rubalcaba con el actual secretario general, Jorge Alarte, no parece haber acercado sus posiciones de cara al congreso del PSPV-PSOE de los días 30 y 31 de marzo y 1 de abril en Alicante.
Pregunta. Usted se presentó en el congreso de 2008 y ahora vuelve a hacerlo. ¿No ha cambiado nada en estos años?
Respuesta. La realidad del partido está bajo mínimos y la situación electoral es una de las más catastróficas en la historia de los socialistas. Se han hecho acciones internas que han supuesto un gran número de gestoras, de gente expulsada, de militantes con expedientes disciplinarios abiertos. La gente no está cómoda, no se siente útil ni partícipe de la estructura. De cara al exterior, hay una falta de discurso en toda regla. Ni estamos ni se nos espera como partido de gobierno y, lo que es peor, tampoco como partido de oposición. Es preciso que se plantee el fin de una etapa que nos ha llevado a una constante derrota electoral, que ha culminado en las últimas convocatorias, y es hora de que se abra una nueva etapa en el socialismo valenciano donde todo el mundo tenga su papel. Hay que hacer un partido de todos para todos. Deben hacerse las cosas de otra manera, en la perspectiva de construir una organización fuerte que gane elecciones.
P. ¿Está planteando un giro a la izquierda?
R. Estoy planteando dos cosas. La primera es el renacimiento de la política para las personas. Hace mucho que no hablamos de la gente. El partido socialista tiene clara vocación de convivencia con la estructura social y con las personas. La política para las personas pasa por dar importancia al militante, para que se sienta partícipe. Desde el punto de vista externo, todas nuestras políticas han de girar en torno al ciudadano. Está bien hablar de economía, de grandes cifras y grandes variables macroeconómicas, pero hemos de participar de la vida de la gente. Pero tanto dentro como fuera hay que articular algunas ideas fuerza: trabajar por la igualdad, trabajar por la libertad, hacer las cosas desde la transparencia más absoluta, aplicar más democracia dentro y fuera, y dar un nuevo impulso a la innovación, también tanto en el interior del partido como fuera de él. Al final, se trata de crear confianza. Por lo que preguntaba del giro a la izquierda, es preciso, en el sentido de que nuestro electorado ha de dejado de tener a los socialistas identificados con ninguna política concreta. Electoralmente se ha manifestado la necesidad de un poco más de color rojo en la acción política interna y en la externa.
P. Hablemos de Jorge Alarte. ¿Qué opinión le merece su gestión?
“Se ha manifestado la necesidad de un poco más de color rojo en la política”
R. Ha creado una organización en la que la gente no se siente ni cómoda, ni útil, ni válida. Ha establecido dinámicas más de secretario de organización que de secretario general. No aparece ni como referente interno ni como referente externo. No puedo entender que no tuviéramos un candidato y un programa de gobierno en el debate de investidura de Alberto Fabra. Eso es un demérito para los socialistas, que siempre hemos de manifestar nuestra vocación de gobierno. Aunque la situación general es la que es, en el ámbito del País Valenciano cubrimos el récord de catástrofes más significativas. Alarte no tiene un buen informe de gestión. Hay que dar paso a una nueva dinámica, en la que nadie sobra —él tampoco—, para hacer las cosas de otra manera.
P. ¿Y los otros candidatos? En su partido da la impresión de que se repite cada vez la misma jugada… ¿Por qué cree que vuelve a surgir la opción de Ximo Puig?
R. Que yo sepa, todavía no ha presentado su candidatura. Desde 2008 han cambiado las cosas. La situación en que está ahora Puig, política y personalmente, en Madrid, es distinta de la de entonces. En cualquier caso, sean uno, dos, tres o cuatro los candidatos, hay que establecer unas dinámicas nuevas en las que tengan todos cabida y no se produzcan después persecuciones. Que las diferencias sean políticas y programáticas y no personalistas.
“La gente no se siente en el partido ni cómoda, ni útil, ni válida”
P. ¿Eso vale también para Manuel Mata?
R. Con Izquierda Socialista siempre me he llevado bien, y con Manuel Mata también personalmente, por ejemplo cuando optó a las primarias en la ciudad de Valencia. Hemos de encontrar un punto de acuerdo entre todos. No se puede seguir promoviendo acuerdos para resolver congresos y seguir perdiendo elecciones. Resolver congresos en falso, como venimos haciendo, nos hace perder el crédito. Hemos de hacer dentro del partido lo que podamos explicar fuera. La nueva dinámica que hay que establecer es la de un partido de integración, de protagonismo compartido, de corresponsabilidad.
P. ¿En el caso de que lo propicien las circunstancias, se sentará a la mesa camilla para pactar el reparto de poder en el PSPV-PSOE?
R. Ese es el error al que llevamos 20 años dando vueltas. La mesa camilla de reparto de intereses ha de sustituirse para normalizar un debate de ideas programáticas y marcos conceptuales para el partido y la sociedad. Hasta que no dejemos de hablar de nosotros mismos, de mesas camilla y monedas al aire para decidir candidaturas, y empecemos a hablar de lo que le interesa a la gente, no adelantaremos. Por tanto, no participaré en ninguna mesa camilla que signifique ganar congresos para perder elecciones.
“Hemos de hacer dentro del partido lo que podamos explicar fuera”
P. Sobre este congreso, como sobre los anteriores, planea el papel de algunos dirigentes históricos como Joan Lerma, Ciprià Ciscar e, incluso, Vicent Garcés. ¿Qué opinión le merecen?
R. En este partido, todo el mundo es preciso. Ya nos faltan 8.000 afiliados que se han dado de baja. Hemos de hallar el punto de inflexión para que todo el mundo se sienta protagonista. No se trata de excluir a nadie ni de jubilar a nadie. Las experiencias son bien importantes si se ponen a disposición de compañeros que son cargos públicos y necesitan fortalecer su labor institucional.
P. Una plataforma de alcaldes y portavoces reclama que se supere la dinámica viciosa de los congresos del PSPV…
R. Me parece bien cualquier iniciativa que aporte debate y elementos constructivos. El municipalismo es una de las bases fundamentales de nuestro partido. Hay que establecer estrategias, que no han existido estos años, para recuperar el poder institucional y local. Toda acción en ese sentido es importante. Pero si ha de traducirse en elementos personalistas, acabará cayendo en el mismo vicio que se intenta superar.
P. ¿Está usted convencido de que esta vez sí que tendrá los avales necesarios para ser candidato?
R. Ya los tuve la otra vez. El 20% lo tuve en el congreso de 2008. Sabe usted que se cambió el porcentaje de avales. Como se vio en el congreso provincial de Valencia previo al congreso del PSOE, los números salen. Las reacciones de los compañeros me hacen ser muy optimista. Ahora es sólido el proyecto, que no he hecho yo, sino los compañeros y compañeras con los que he colaborado recorriendo todas las agrupaciones. Hay mucha gente involucrada.
P. Usted no tiene cargo orgánico…
R. Soy miembro del Comité Federal.
P. ¿Cómo se puede compatibilizar su trabajo en Renfe en Madrid con una actividad política tan intensa?
R. Sobre la continuidad en Renfe, yo estaré dedicado, si soy elegido secretario general, 24 horas y 365 días a la federación valenciana y al País Valenciano. Por tanto, me dedicaré exclusivamente al partido, primero, y a la sociedad.
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