“El director convence, no impone”

En 2002, Robert Forés (Valencia, 1970) decidió dejar el violín en la Orquesta de Valencia para estudiar dirección orquestal fuera de España. Diez años después, estrena contrato hasta 2015 con la, a su juicio, “la mejor sección de cuerdas de toda Francia”, con la que iría “al fin del mundo”. De hecho, podría hablarse de un flechazo. Obtener la dirección de esta formación residente en Clermont Ferrand (140.000 habitantes) no fue complicado “porque tenía el apoyo de los músicos, que estaban unidos a favor de mi nombramiento”, factor que, con la validación del proyecto artístico del músico valenciano por parte del consejo de administración, hizo que su candidatura fuera la ganadora. En este momento, Forés tiene fechas ocupadas hasta 2015, con actuaciones sobre todo en Europa y Japón.

La carrera del director y violinista valenciano cuestiona el tópico que asocia a los músicos valencianos con el instrumental de viento, pero sólo en apariencia: “Yo vengo también del mundo de las bandas, donde comencé con la trompa”. Las razones que mueven a un violinista a dejar un cómodo puesto en una orquesta consolidada como la de Valencia para labrarse un futuro incierto fuera son “la curiosidad por saber, las ganas de formarse y la aspiración a una visión integral de la música”. Estudió dirección en la Accademia Musicale Pescarese, en Italia, y en la Sibelius Academy de Helsinki. Es un firme convencido de que “un buen director convence, no impone”. Desde 2008 ha dirigido no menos de 20 orquestas, en Rusia, Italia, Japón, Holanda, Centroamérica o España. La más numerosa fue la del Teatro Reggio de Turín, con 120 músicos a sus órdenes, para la representación de Salomé. Pero “el momento clave” de su carrera fue la consecución del primer premio en el concurso Evgueny Svetlanov de Luxemburgo, porque le abrió “numerosas puertas”, entre ellas la del Bolshoi Teatre.

Le encanta el jazz y cree

En dos ocasiones se ha puesto al frente de su antigua orquesta del Palau de la Música de Valencia, aunque en España ha trabajado “poco”. De hecho conoce mejor la escena francesa que la española: “En Francia hay mucho apoyo estatal, los profesionales se sienten seguros y hay oportunidades, porque es un mercado muy dinámico”. En su nuevo trabajo, no ha notado recortes. “El presupuesto de la orquesta de L’Auvergne, que asciende a tres millones de euros, ha aumentado este año y me aseguran que en los próximos tres años no disminuirá, pase lo que pase”, explica. De la formación que dirige y que comenzará en marzo una gira por España en la que no figura Valencia, le gusta sobre todo “su unidad estilística y una personalidad inconfundible”.

Único director de orquesta español en Francia, a Robert Forés le encanta escuchar jazz y cree que se pueden acercar posiciones desde la clásica, “por ejemplo adoptando puntos de vista diferentes a la hora de leer una partitura”. Una de sus apuestas es desarrollar un proyecto, “si finalmente se aprueba”, de jazz sinfónico con el pianista Brad Mehldau y la Orquestra d’Auvergne.