La semana por delante

Danza

La energía criolla

La tradición de la danza moderna en Cuba es larga y tiene un sólido poso de influencias donde convergen los reflejos de varias tendencias de los movimientos norteamericanos de la posguerra, especialmente Martha Graham y José Limón. Las personalidades de Lorna Bursall y Ramiro Guerra son sus pilares locales y fundacionales. Con los años, la agrupación pasó a denominarse Danza Contemporánea de Cuba, está dirigida por Miguel Iglesias y se desdobló en un trabajo más ecléctico donde aún perviven los elementos sincréticos y la influencia afrocubana. Ahora llegan al Teatro Real de Madrid (del 16 al 23) con un programa triple en el que están coreografías actuales del barcelonés Rafael Bonachela (Demo-N/Crazy) y del holandés Jan Linkens (Folia), cerrándose con una creación del cubano George Céspedes (Mambo3XXI), en la que se postulan desde la danza urbana hasta la improvisación. / ROGER SALAS

Clásica

El arte del cuarteto

La tradición ha llevado a constituir los cuartetos de cuerda alrededor de un violinista de renombre. Si bien era injusto por la falta de equilibrio entre las cuerdas, hasta el siglo XX no se consolida el cuarteto de cuerda como un conjunto de cámara equilibrado. El Cuarteto Arcanto puede presumir de tener a cuatro figuras solísticas integrando el grupo, lo que eleva notablemente la calidad del conjunto. El arte del cuarteto asciende a un nuevo nivel con este programa que presentan el miércoles en el Auditorio Nacional, integrado por el Cuarteto 135 de Beethoven y el colosal El arte de la fuga, una obra que Bach no llegó a terminar, pero que supone la gloria del contrapunto del genio alemán. / MIGUEL PÉREZ MARTÍN

Arte

El activismo de Hine

Lewis Hine (Wisconsin, 1874-Nueva York, 1940) ha pasado a la historia del arte como el pionero de la fotografía documental, pero lo que de verdad le preocupó desde que tuvo uso de razón fue la injusticia social. Acabar con el trabajo infantil y con las pésimas condiciones de vida de los obreros llenó toda una vida dedicada a erradicar la injusticia. La fotografía fue para Hine, la mejor manera de conseguir pruebas de las causas que defendía. Con estos objetivos en el horizonte, y con solo 16 años, las primeras series fotográficas de Hine recogieron conmovedoras instantáneas del desamparo de los inmigrantes que en el cambio de siglo pasado llegaban en masa a la isla de Ellis, en Manhattan, procedentes de toda Europa. Familias completas cargadas de hijos muestran su desconcierto ante la llegada al soñado paraíso americano. La Fundación Mapfre (Recoletos, 23) expone, hasta el 29 de abril, una completa retrospectiva del artista estadounidense. / ÁNGELES GARCÍA

Teatro

Dos inmensos actores

Si alguien quiere ver un ejercicio actoral de primerísima magnitud, de esos que ni por un momento ves a los actores que hay detrás del personaje, por muy populares que sean, como es el caso, que se acerque a la sala del Galileo Teatro a ver Elling. Es la versión teatral española (de David Serrano) de la novela de Ingvar Ambjornsen, puesta en pie por Andrés Lima, un animal de teatro que anda suelto por Madrid, con dos actores que aquí dejan bien claro que son bestiales, Carmelo Gómez y Javier Gutiérrez. Una delicia. / ROSANA TORRES

Cine

Aroma a Europa

Llega la semana de los Goya y la Academia (Zurbano, 3) se lanza a proyectar las cuatro películas europeas candidatas en esta categoría. ¡Y qué películas! Martes, miércoles, jueves y viernes, hasta llenar aforo, a las 20.00, cuatro largometrajes indiscutibles —no están todos los que son, pero son todos los que están, parafraseando el dicho—. El ciclo arranca con Jane Eyre, un extraño quiebro en la carrera del estadounidense Cary Fukunaga en una revisitación del clásico de Charlotte Brontë, con el onmipresente Michael Fassbender. El miércoles, Melancolía, del geniecillo danés Lars von Trier, el final de la Tierra en un apocalipsis que vivimos a través de una mujer recién casada (Kirsten Dunst, premio a la mejor actriz en Cannes). Sería la favorita, si no estuviera la francesa The artist, de Michel Hazanavicius, llamada a altas cotas en los próximos Oscar. Y el viernes, Un dios salvaje, otra inmersión a la sordidez humana del maestro Roman Polanski. Un festín. / GREGORIO BELINCHÓN

Pop

El comienzo de Simple Minds

En 1977, Jim Kerr y Charlie Burchill eran dos escoceses de 18 años que entendieron a la primera que la filosofía del punk era no quedarse quieto. Formaron Simple Minds y hasta 1982 lanzaron cinco discos cuya osadía erala mejor de las armas. Situados en tierra de nadie, ni eran pospunk ni new wave, entre la electrónica y el art rock, combinando en su sonido las guitarras con los teclados y con la potente voz de Kerr como emblema consiguieron una inmejorable reputación como banda de culto y una buena cantidad de pequeños éxitos. Esos son los cinco discos que han recogido en el recopilatorio X5, y de ahí sacarán 25 temas (cinco por álbum), que serán los que interpreten el miércoles en La Riviera. Quedan fuera, por tanto, su gran éxito: Don’t you, de la banda sonora del Club de los cinco, que les llevó a participar en el Live Aid, y significó un cambio de sonido. Extraña que hayan dejado fuera de este experimento a Sparkle in the rain, su álbum de 1984, y, para muchos, el mejor de su carrera. / ÍÑIGO LÓPEZ PALACIOS