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Políticos agraviados. La semana que termina deja para el recuerdo una insólita sucesión de acontecimientos, aventados e instigados desde las redes sociales, en los que convergen política, deporte, pundonor, agravio y, en el origen, justicia deportiva. El primer acto de esta detonación en cadena se produjo el lunes, cuando el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) anunció que sancionaba al ciclista pinteño Alberto Contador por su positivo en clembuterol durante el Tour de 2010. El universo se dividió entonces entre quienes convirtieron el asunto en una intolerable agresión al ciclismo español y quienes lo vieron como una aplicación del reglamento vigente. Casi no hubo espacio para matices. Prueba de ello fue la avalancha global de menciones al asunto en Twitter. La presidenta de la Comunidad no tardó en dar un paso al frente desde su cuenta oficial (@EsperanzAguirre): “Los madrileños estamos al lado de Contador y sólo deseamos que afronte el futuro con fuerza y siga compitiendo y demostrando su valía”, declaró. La alcaldesa de Pinto, Miriam Rabaneda (@miriamrabaneda), fue más allá: “Creemos en su ética, en su valor deportivo y en su absoluta inocencia. Volverá a ser Campeón”, sentenció en otro tuit. Hace ahora un año que, también desde una cuenta oficial de Twitter, el entonces presidente del Gobierno proclamaba que “no hay ninguna razón jurídica para sancionar a Contador”. ¿Es necesario que los cargos institucionales tomen partido en cuestiones de esta naturaleza?

Detengan al guiñol. La delicada combinación de emociones que el episodio Contador agitó terminó de arder con la intervención de los guiñoles del Canal+ francés. A las insólitas respuestas de dos ministros del Gobierno central cabe sumar aquí la del vicepresidente del Ejecutivo regional, Ignacio González (@igonzalezPP), que esta semana se estrenaba en Twitter. “Las autoridades francesas deberían cortar las burlas a deportistas españoles. Son fruto de la impotencia de los perdedores”, tuiteó. Como si no hubiera asuntos más graves que atender.

A vueltas con el líder. En otra esfera de la polémica, y con un eco algo menor, las redes también han alimentado estos días el debate sobre el futuro del PSM y más en concreto el de su secretario general, Tomás Gómez, quien en el reciente congreso del PSOE tomó partido por la opción perdedora. Ahora que toca renovar el mando en el socialismo madrileño, la etiqueta #yocontomas se extendió entre sus partidarios pero también entre quienes cuestionan su continuidad, incluidos, claro está, los activos trolls del PP madrileño.