La patronal alicantina pone a la venta su sede por falta de liquidez

“Coepa está estrangulada”. La lapidaria frase de un empresario alicantino que no quiere dar su nombre resume la situación que atraviesa la patronal provincial. Coepa sufre una falta de liquidez que la ha obligado a poner en venta su sede noble, un edificio de cinco plantas en la céntrica plaza de Ruperto Chapí de Alicante. “Es la joya de la corona”, agrega otro empresario que también prefiere permanecer en el anonimato. El cuaderno de venta se está presentando a distintos inversores, según admite la propia Coepa.

Oficialmente, la patronal evita concretar la cantidad que espera ingresar con la operación, pero otras fuentes empresariales sitúan la cifra entre 2,5 millones y 2,8 millones de euros.

Coepa admitió, tras su última junta directiva, a finales de enero, que se facultó al presidente para que realizara “aquellas gestiones necesarias para el cobro de los convenios firmados con la Administración para la prestación de servicios a los empresarios, ya ejecutados, en los ejercicios pasados y que todavía no han sido liquidados, que superan los siete millones de euros”. La patronal tiene en 2012 un presupuesto de entre 3 y 3,5 millones. En la misma reunión, se autorizó estudiar “todas las propuestas” para mejorar la financiación de Coepa y garantizar la viabilidad.

Coepa explica que la decisión de poner en venta su sede obedece a la falta de liquidez. Otras fuentes añaden que el principal problema está en el Centro de Formación en Prevención de Riesgos Laborales y Oficios, un espacio de 6.800 metros cuadrados en el barrio de Babel levantado sobre suelo cedido por el Ayuntamiento de Alicante y cuya última fase acabó en 2009. Estas fuentes apuntan a que la ayuda anunciada por el Consell en este centro no ha llegado, dejando a la patronal con la venta de su patrimonio como única salida.

La ayuda del Consell  para el centro de prevención no ha llegado

El centro de oficios ha supuesto una fuerte inversión para la patronal que en estos momentos se ha convertido en un palo en su rueda. La ayuda anunciada por la Generalitat ha dejado de llegar, según coinciden diversas fuentes. La dependencia de la colaboración pública es elevada. Y es que entre otros convenios, por ejemplo, Coepa firmó en marzo de 2007 un acuerdo con el Servef mediante el cual éste utilizaría las aulas del centro de oficios para impartir actividades formativas en fontanería, climatización o informática.

La intención de la cúpula de Coepa es vender su sede noble para lograr liquidez y trasladarse al número 10 de la calle del Coepa Puerta (antiguo centro de especialidades sanitarias, un espacio procedente del patrimonio sindical y que, por tanto, no puede ser vendido por Coepa) que también vivió una fuerte reforma en el año 2009. La solución también pasaría, obviamente, por recibir la ayuda real del Consell a nivel económico, pero las numerosas reuniones que hasta la fecha han mantenido los responsables de la patronal alicantina con distintos cargos políticos del Ejecutivo valenciano no han dado fruto.

Coepa anunció a finales de año un fuerte recorte en su estructura para adaptarla a la nueva realidad económica. La patronal anunció un recorte del 15% del personal, que supondría el despido de alrededor de 15 personas de las 80 que componen su plantilla. Una medida que se pretendía acompañar con otras como reducciones de jornada (y por tanto de sueldo) para una parte de los trabajadores. Todas estas medidas pretendían rebajar en un 20% la partida destinada a recursos humanos, con la pretensión de ahorrar 500.000 euros. En aquel momento, Coepa también anunció que recortaba su presupuesto disponible para 2012 en un 54%, hasta dejarlo situado en una horquilla de entre tres millones y 3,5 millones. Pese al recorte, la patronal destacó como “prioridad” poder mantener “el núcleo central de los servicios” y garantizarse su capacidad para seguir formando a 6.500 personas.

Independencia económica

Ya en aquel momento, Coepa defendió que apuesta “por la búsqueda de la independencia económica”. Y es precisamente este punto el que está concitando más llamamientos empresariales. “Hay que ir a un modelo que no se base en líneas de ayudas públicas, sino en cuotas”, defendía ayer un empresario alicantino. Este cambio de modelo, y de mentalidad, evitaría situaciones como las que viven, en este caso, las organizaciones empresariales, que en líneas generales están teniendo que redimensionar sus estructuras, despidiendo a trabajadores y cerrando algunas oficinas, para adaptarse a la caída de ingresos por la crisis, pero sobre todo al desplome de las ayudas públicas y al impago de obligaciones contraídas en el pasado.

Un empresario señala al modelo de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) como referencia de hacia dónde deben caminar las organizaciones. La organización que preside el naviero Vicente Boluda se financia con cuotas de sus socios, enfatizó esta fuente.

Y en medio de este contexto, la patronal alicantina afronta el próximo 22 de marzo elecciones a la presidencia. Las candidaturas pueden presentarse desde el 1 de febrero, pero de momento el único que parece dispuesto a presentar su candidatura es el actual presidente, Enrique Martín, que hace unos días presentó su renuncia a la presidencia del Terciario Avanzado de la Comunidad Valenciana, cargo que ocupaba desde 2001, para centrarse en la reestructuración de Coepa.