Solos de metal y poesía
El escritor Lluís Roda y el jazzman David Pastor unen sus talentos en un depurado cóctel para ofrecer el espectáculo ‘Jas!’
La versatilidad del trompetista David Pastor (Sedaví, 1974), no deja de sorprender. El viernes puso un contrapunto metálico al folk mediterráneo de Miquel Gil en El Micalet. Anoche dirigía en Manresa a la Orchestra del Taller de Músics de Barcelona con Big Mama, en un tributo a las grandes damas del blues. En medio, presentó con el poeta Lluís Roda (Picanya, 1962) el espectáculo Jas!, un depurado cóctel que combina la música original del trompetista con la poesía original de aquél.
“Cuando murió Joan Vicent Clar, pedí a David Pastor que me acompañara en una presentación de la Forest d’Arana al Café Lisboa”, recuerda Lluís Roda en el camerino, “Era a principios de los 90 y desde entonces le he dicho que teníamos que hacer algo juntos algún día”. Ese día llegó cuando Roda obtuvo el premio de los Jocs Florals de Barcelona en 2010 por Nadir. “Me pidieron un acto para el programa Barcelona Poesia 2011 y pensé que esta era la ocasión de hacer una cosa absolutamente digna con David”. Entre los textos de su obra, el poeta pidió al jazzman que expresara sus preferencias, “porque sabía que así obtendría la implicación absoluta” del trompetista. La amplia selección va desde Sobre l'hamada (1989) al reciente Nadir.
"Necesariamente la letra
Jas! se presentó en mayo de 2011 en la Pedrera de Barcelona y se grabó para su posterior publicación. El sábado pasado se estrenó en Valencia, con el auditorio del Botánico lleno y en mayo está prevista la presentación el álbum resultante en Picanya. “Hoy ha sido un concierto más abierto que en La Pedrera, sin el tiempo acotado por la grabación, con solos más largos y ha fluido más el jazz”, decía satisfecho Roda en el camerino. En este concierto, en el que el poeta sería un miembro más del sexteto completado por el pianista Francesc Capella, el saxofonista Vicent Macián, el batería Xavi Murreta y el contrabajista Rai Ferrer, no dio la impresión de que el jazz estuviera al servicio de la poesía ni viceversa. Pero, como subraya David Pastor, en este proyecto “necesariamente la letra se ha hecho antes que la música”, si bien “luego hemos optado por los poemas que caminaban mejor con la música pensada para cada libro”.
El trompetista eligió
Las piezas compuestas por Pastor y los poemas de Roda se expanden autónomos en una armonía que alcanza su plenitud en los fragmentos de Recordeu-me, ni que siga per egoisme, pieza extraída del aforístico Elogi de la llibertat, donde la banda da rienda suelta a un libérrimo jazz en el que los solos poesía y metal cabalgan juntos pero no revueltos, y en Ningú t'escriurà boleros, de Buriac d'amor, donde la vena latina del trompetista se inflama como la voz del poeta. Éste se comporta como un intérprete enérgico y convincente en escena "gracias a la ayuda de David y los músicos; no podía fallarles, pero el reto era seguir siendo un poeta en el escenario, no un showman”.
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