La familia Múgica denuncia “falta de interés”
Interponen un recurso de apelación ante la Audiencia de Gipuzkoa tras archivarse el caso
Karmele Múgica dio a luz a un bebé prematuro y sietemesino en la Residencia Nuestra Señora de Aranzazu el 27 de octubre de 1978. Tras una veintena de días ingresado sin que se le informara a la familia de ninguna patología grave que hiciera peligrar su vida, el 20 de noviembre le comunicaron a la madre por teléfono el fallecimiento de Garikoitz, que murió a causa de una “aspiración grave”. Karmele y su marido no pudieron ver el cuerpo de su hijo. El hospital planteó la posibilidad de estudiar al bebé al ser un caso prematuro durante unos días y fue la misma funeraria quien se puso en contacto con ellos para hacerles entrega de una caja precintada para enterrarlo.
En abril de 2011, Karmele y su marido, que viven en Hernani, volvieron a revivir el doloroso momento de la muerte de su hijo. Se empezaba a hablar de los robos de bebés en Gipuzkoa y de las primeras denuncias y creyeron que en esas irregularidades había similitudes con su caso.
Se pusieron en contacto con el actual Hospital Donostia y solicitaron la historia clínica del bebé así como de la madre. La respuesta fue tajante; no les constaba ningún documento en los archivos. En mayo de ese mismo año decidieron interponer una denuncia ante la Fiscalía provincial que se tramitó al entenderse que existían indicios suficientes para demostrar infracciones penales en los hechos denunciados. Se inició así un procedimiento penal en un juzgado de instrucción de San Sebastián con el fin de abrir una investigación.
Tres días antes de ser llamado a testificar el pediatra que atendió al bebé, el hospital aportó las historias clínicas. Tras la declaración del médico, la fiscalía y el juzgado entendieron que no había indicios de delito a pesar de que en “la fotocopia de la historia clínica existen numerosas irregularidades”, según afirma el abogado Fidel Sánchez que lleva el caso de los Múgica.
El pasado 26 de enero, el juez archivó el caso y el 1 de febrero la familia interpuso un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Gipuzkoa. “La familia cree que es una indefensión grave provocada por la falta de voluntad del Juzgado y de la Fiscalía para investigar debidamente los hechos y que no hay interés en abordar todas las denuncias”, explica Sánchez.
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