Ciudad compartida
El actor de Animalario, inmerso en la obra ‘El montaplatos’, reivindica un Madrid callejero y público Desde Tabacalera, al color de la calle Argumosa
1. Matadero. Es uno de los mejores espacios artísticos que he conocido. Un auténtico milagro. Un lugar de una enorme belleza por la arquitectura original, la reforma, los contenidos (teatro, cine, exposiciones, música...). Puede haber propuestas mejores o peores, pero lo bello es que en un mismo lugar exista todo eso. Y, sobre todo, por ser público, de todos, y lugar de encuentro para jóvenes, mayores, familias, niños...
2. Madrid-Río. Entro en terreno delicado, porque voy a defender algo que ha contribuido a la ruina económica de esta ciudad, que tiene grandes carencias en infraestructuras sociales básicas. No es que lo defienda, había otras prioridades, pero me alegra el alma pasear junto al Manzanares y alabo el diseño y las dotaciones del parque. Es otro lugar ejemplar, público, abierto y gratuito, algo inaudito.
3. Una plaza. Es un solar en Doctor Fourquet cedido temporalmente por el Ayuntamiento a los vecinos. Este lugar y los dos siguientes, indican el modelo de ciudad en la que me gustaría vivir: la que construyen los ciudadanos a través de la reflexión y el esfuerzo compartido. Si los bienes son comunes no hace falta pelearse, sino, al fin, relajarnos y disfrutar, el único sentido que le encuentro al asunto. Este lugar cuenta con un gran espacio de huertos, un pequeño escenario al aire libre, algunas construcciones en madera, caña...; programa talleres, clases, jornadas de trueque... Espacio gozoso donde los ciudadanos pueden pensar qué ciudad quieren y como construirla.
TV, cine, teatro...
Alberto San Juan (Madrid, 1968) estudió Ciencias de la Información, pero pronto subió a los escenarios. Debutó en el cine con ‘Airbag’, llegó el Goya... y más premios. Ahora actúa en la obra ‘El montaplatos’ de la compañía Animalario.
4. Campo de Cebada. Otro solar, este de cemento, donde estaba el antiguo polideportivo de la Latina, demolido hace un par de años. Otro lugar parecido al anterior, pero amenazado por un proyecto privado de construcción y gestión del polideportivo y el mercado de la Cebada. Aquí está la lucha: ¿ciudad de los ciudadanos o de las grandes empresas comerciales?
5. Tabacalera. Otro de los espacios estrella de la ciudad, de futuro incierto, que encarna la posibilidad de otra forma de convivir: autogestionado, cooperativo, al margen de cualquier intercambio económico. El dinero se sustituye por la voluntad de construir juntos, de crear una alternativa. Espacio físico maravilloso, bar, biblioteca, exposiciones, teatro, circo...
6. Casa de Campo. Lugar olvidado por tantos de nosotros y es el milagro de los milagros, el puro campo —si te alejas 15 minutos de la boca de metro desaparece la ciudad— en pleno centro.
7. Calle Argumosa. Nervio vital de Madrid. Vida en la calle, color, alegría, el Achuri, el Automático... Uno de los pocos lugares de Madrid donde los vecinos han impedido en más de una ocasión a la Policía cumplir con las ordenes racistas, negadas por el Ministerio del Interior y en pleno desarrollo hoy en día, de parar y pedir la documentación a todo aquel que parezca extranjero.
8. Parque de la cornisa. Siempre amenazado por la Iglesia, paradójica institución espiritual de una voracidad material insaciable, pero siempre peleado por los vecinos. Atardeceres impagables, hogueras en la noche de San Juan...
9. Filmoteca. Qué decir. La Filmo será siempre la Filmo.
10. Painting the Monkey. Buena música, al volumen perfecto para hablar o bailar, según se dé la cosa. (Paseo Olmos 13).
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