Zabaleta no recibe ningún apoyo interno en su apuesta por Chacón
La consejera proclama su lealtad a Patxi López y elude cualquier oposición
Ningún socialista vasco respaldó ayer a Gemma Zabaleta en su desmarque a favor de Carme Chacón para la secretaría general del PSOE, aunque, eso sí, recibió llamadas de “otras personas”. La propia consejera vasca de Empleo y Asuntos Sociales lo reconoció así en una conversación con este periódico, en la que rebajó la “trascendencia” de su elección personal “a título de militante”. Habida cuenta de su conocida posición crítica, sobre todo en cuestiones relativas al final de la violencia donde siempre ha caminado junto a Jesús Eguiguren y muy lejos de la sensibilidad vizcaína del partido, Zabaleta evita que le pueda situar como oposición al núcleo duro del PSE-EE, alineado mayoritariamente con Alfredo Pérez Rubalcaba. “Mi tiempo pasó”, asegura rotunda.
La apuesta de Zabaleta “realizada libremente como no podría ser de otra manera” fue acogida con “relativa sorpresa” en el seno del Gobierno vasco y del propio partido. En una primera lectura hubo quien recordó, de paso, la candidatura de la entonces parlamentaria guipuzcoana a la secretaria general del PSE-EE en marzo de 2002. “Siempre ha tenido una voz fuera de lo que se entiende como aparato interno y creo que era lo que representaba en aquella elección”, recordaba ayer un portavoz próximo a Lehendakaritza. Zabaleta lo reduce sencillamente a “una derrota estrepitosa” ante aquella holgada victoria (57%) de Patxi López “con quien me alineo con absoluta lealtad en su columna vertebral, aportando los matices que entiendo convenientes porque digo lo que creo como siempre he hecho”. Zabaleta fue en aquel congreso la tercera en discordia, por detrás del alcalde de Ermua, Carlos Totorika, que plantó cara más directa al elegido secretario general.
La postura de la consejera ha incomodado “lo justo” al partido
Es evidente que en la dirección del PSE-EE ha incomodado “lo justo” que Zabaleta coincidiera mediáticamente en su apoyo a Chacón durante un encuentro de mujeres con el respaldo de Patxi López a Rubalcaba, habida cuenta de que pertenece a su gobierno. Para atajar el evidente desagrado, un portavoz admitía que la opción de la consejera “no va a influir para nada dentro de la acción de Gobierno” “ha incomoda lo justo”. La consejera de Empleo comparte esta reflexión. “Siempre he sido partidaria de que los militantes podamos opinar y decidir sobre quienes van a ser nuestros representantes y cómo no en el caso de que se elija el puesto de secretario general”. Eso sí, Zabaleta asume que “la condición de mujer” ha sido desequilibrante en su apoyo explícito a Chacón, a quien identifica como la persona capaz de “marcar una nueva política sin ataduras”.
A nivel partido, se descarta que el paso adelante de Zabaleta pueda abrir ahora el debate en el grupo de seis delegados elegidos para representar a los socialistas guipuzcoanos en el Congreso de Sevilla. La consejera elude una respuesta concreta y se refugia diciendo que “el voto es secreto” y que “hasta el final del recorrido está todo por decidir”. Inicialmente, la dirección del PSE-EE mantiene que la delegación de Gipuzkoa apoyará a Rubalcaba, pero este diario ha podido saber que “existe la posibilidad real” de que uno de los votos de esta territorial sea finalmente para Chacón.
Zabaleta ya apoyó a Zapatero cuando la mayoría vasca lo hizo a Bono
Zabaleta fue una de las personas que adelantó su apoyo al desconocido Zapatero cuando, como ahora, la mayoría de los dirigentes de su partido en Euskadi “estaba claro que habían apostado por José Bono”. Sin embargo, la consejera mantiene hoy que “me consta que algunos de la delegación vasca también apoyó finalmente a Zapatero”.
A su vez, la exhibición pública a favor de Rubalcaba realizada por Patxi López y sus principales hombres de confianza en el Gobierno y en el partido abre también un interrogante sobre las consecuencias que les depararía una victoria de Chacón. Zabaleta hace una lectura tranquilizadora al augurar que “no se pasará factura a nadie por haberse decantado por una o por otra opción”. Y se apoya en su teoría del “juego limpio, donde siempre se han respetado los cauces para dar la opinión y se ha sabido ser leales con los que ganan”. Desde la cúpula del partido lo ven aún más claro: “la proyección del lehendakari en estos momentos es reconocida en toda España y aunque cuantitativamente el peso de los delegados de Euskadi es el que es, la cuestión cualitativa es muy importante y por eso Patxi López no va a salir quemado en el caso de que Rubalcaba no sea elegido”.
Sin embargo, desde fuera, la opinión no es la misma. En el PP vasco, socio que apoya al Gobierno López en el Parlamento, sostienen que “será una posición muy incómoda para el lehendakari porque se han entregado en cuerpo y alma y ha sido notorio, muy evidente”, admitía ayer uno de sus dirigentes.
Inquietud por el desgaste de la batalla alavesa
La dirección del PSE-EE empieza a inquietarse por la grieta interna que empieza a generar la batalla abierta en su organización de Álava. “Queda mucho tiempo para las autonómicas y más para que el congreso territorial”, admitía con cierta resignación un portavoz socialista que asiste “preocupado, claro” al pulso entre los críticos liderados por Juan Carlos Alonso y el secretario general, Txarli Prieto. Ha bastado el debate sobre el próximo Congreso del PSOE para que la oposición aflore sus discrepancias, que se venía larvando desde el fracaso de las elecciones locales y municipales del pasado mes de mayo.
Desde el núcleo duro del PSE-EE se han mantenido reuniones “con las dos partes” inmersas en el litigio para que “aplaquen” ahora la exhibición de sus diferencias, que está siendo especialmente notable desde el grupo liderado por Alonso y donde se dan cobijo, entre otros, parlamentarios como Oscar Rodríguez y Joana Madrigal, la senadora Yolanda Vicente y, a lo lejos, la inspiración de Javier Rojo. Precisamente el alejamiento entre Rojo y Prieto, al que contribuyó sin duda la postura del secretario general en el relevo del máximo responsable de Caja Vital —hermano del entonces presidente del Senado— ha favorecido esta progresiva división. Las elecciones en el PSE-EE alavés serán después del congreso nacional, cuya convocatoria será posterior a las elecciones autonómicas, previstas para marzo de 2013.
Según la dirección socialista, “nuestro problema no está dentro, sino fuera y nos jugamos mucho en las próximas autonómicas como para estar ahora desgastándonos entre nosotros”, añade el mismo portavoz que separa este litigio en Álava de la apuesta por el próximo secretario general del partido. No obstante, la inmediata apuesta del expresidente del Senado por Carme Chacón ha permitido una rápida asociación del resto de sus seguidores en favor de la candidata catalana, circunstancia que los aludidos niegan. De los tres delegados que corresponden a la exigua afiliación alavesa, dos pertenecen al sector oficial y el tercero será Alonso, que tuvo el respaldo de uno de cada tres votantes.
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