Las aerolíneas anuncian nuevos vuelos tras el cese de actividades de Spanair
Los trabajadores de la compañía en Loiu mantienen su encierro en el hall del aeródromo
Las aerolíneas se han lanzado a acaparar el nicho de mercado que ha dejado Spanair tras su quiebra. Iberia ha anunciado que ofrecerá desde mañana un vuelo diario más desde Bilbao a Madrid. De media, la compañía realizará 11 operaciones con la capital cada día entre las siete de la mañana y las diez de la noche. Además, incrementará la oferta con otros dos vuelos adicionales más a la semana y aumentará la capacidad en siete frecuencias con aviones de mayor tamaño. Estos cambios significarán un incremento de su oferta del 31% “en algunos meses del año”. Fuentes de la aerolínea han asegurado que las medidas supondrán “un auténtico puente aéreo” entre Bilbao y Madrid.
Easyjet, por su parte, ha anunciado que operará con ocho vuelos al día entre Bilbao y Madrid (entre idas y vueltas), por lo que habrá una veintena de operaciones en total con la capital de España. Vueling aumentará su oferta un 33% respecto a lo ya programado para el próximo verano. Según ha precisado esta tarde Alex Cruz, consejero delegado de la compañía, se ofrecerán vuelos a Tenerife, Las Palmas y Lanzarote, "lo que permitirá la conectividad con Canarias todo el año". Vueling incrementará también en abril sus frecuencias con Barcelona con tres vuelos más al día, lo que puede suponer llegar, según los meses, hasta nueve vuelos diarios a la capital catalana.
Los alrededor de 75 trabajadores en Loiu de Spanair y Newco (la firma que presta la asistencia en tierra a la compañía catalana) decidieron ayer en asamblea iniciar un encierro indefinido en el hall del aeródromo en protesta por la situación en que les ha dejado la quiebra de la aerolínea catalana. Los empleados, que se irán turnando en grupos de 20, pretenden así “presionar” para que “las instituciones actúen”, precisó Jon Herrera, responsable del sector aéreo de CC OO.
Los empleados exigen un "cierre ordenado" que les permita cobrar sus salarios e indemnizaciones
El objetivo es, por un lado, lograr la recolocación de personal en las compañías que se están repartiendo el trozo de pastel de Spanair en el mercado. Asimismo, los trabajadores exigen la “intervención inmediata” del Gobierno central para que se regularice su situación lo antes posible. “Pedimos un cierre ordenado que permita a los empleados cobrar sus salarios y las indemnizaciones”, destacó Herrera.
A muchos trabajadores que están de cara al público, denunció el representante sindical, se les ha exigido acudir a su puesto de trabajo para solucionar los problemas de los pasajeros, “a sabiendas de que no van a cobrar por ello”. Al resto se le ha mandado una carta de “permiso retribuido”. A juicio de Herrera, esta situación es “un limbo” para los empleados. “No saben si están en paro, si están en activo. Eso se tiene que aclarar”, dijo.
Igualmente, los representantes sindicales reclamaron responsabilidades políticas por el cese de actividades de la aerolínea. Consideran que el Gobierno central “tiene mucho que decir” en la quiebra. “Bastante más que los nueve millones de euros de multa que dicen que van poner a Spanair”, expresó Jaime Gómez, de CC OO. “La Generalitat [de Cataluña] ha puesto dinero hasta ahora. Podían haber buscado una fórmula menos salvaje. Lo que han hecho es un cierre patronal. Nos han dejado tirados”, censuró.
El mostrador de Spanair abrió ayer de seis a diez de la mañana y otro par de horas por la tarde. Dos empleadas atendieron a las personas que habían adquirido un billete para volar con la compañía y buscaban respuestas. Los afectados podían acudir también al mostrador de AENA. A todo el que se acercó a estos dos puntos —en ningún momento no se produjeron aglomeraciones— se le comunicó lo mismo: Spanair ultima un acuerdo con la Asociación Internacional del Tranporte Aéreo para facilitar el reembolso de los vuelos comprados. "¿Y qué hago ahora con mi viaje?", preguntaban entonces los clientes. Los responsables les facilitaban una hoja de reclamaciones que debían rellenar y les ofrecían como única alternativa la compra de otro billete con las tarifas de rescate, más baratas, de Vueling, Iberia, Air Europa y Easyjet.
Los hermanos Badredine e Ibtissam Fakhara acudieron el jueves pasado desde Barcelona a la feria del BEC El Salón de las Manualidades. Se enteraron el domingo de la quiebra de Spanair, con la que habían comprado el vuelo de vuelta para ayer. Finalmente, se vieron obligados a gastarse 82 euros cada uno en otros billetes con Vueling. “Los de Spanair nos han dicho que no sabían nada. Y suerte que tenemos sitio para viajar hoy [pora ayer], que si no, nos hubiéramos tenido que quedar a dormir. ¿Quién paga eso? Les da igual que estemos en paro. Es un robo”, denunciaron.
Felipe Santiago sufre una diabetes “severa”. Tenía una cita ayer en la clínica Teknon de Barcelona para conocer si podía someterse a una operación “delicada” con la que mejorar su salud. No pudo acudir. “Aquí me he quedado tirado. Éste es un país de ladrones y nadie es responsable”, criticó. “Lo único que me han dicho es que coja otro avión, que mi billete no sirve para nada. ¿Y por qué tengo que tener dinero para comprar otro vuelo? No hay derecho”, agregó.
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