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Almería endurece la ‘zona azul’ y restringe las plazas libres

El gobierno municipal del Partido Popular ha ampliado el precio del billete que obliga a mover el coche cada dos horas

Un hombre pone en su coche el billete de zona azul en Almería.
Un hombre pone en su coche el billete de zona azul en Almería.FRANCISCO BONILLA

La nueva ordenanza reguladora de las vías de estacionamiento limitado —conocida como zona azul— se convertirá en menos de un mes en una importante herramienta de recaudación para el Ayuntamiento de Almería que el pasado año se embolsó 5,5 millones de euros por sanciones de tráfico.

El equipo de gobierno (PP) ha revolucionado en varios aspectos el servicio de regulación de parada y estacionamiento en la zona azul y de retirada de vehículos, desde marzo de 2011 en manos de Dornier, SA, que paga al Consistorio 150.000 euros al año y el 6% de la recaudación.

En primer lugar, ha eliminado más de 500 aparcamientos libres y gratuitos con la ampliación de la zona azul a 19 calles, principalmente en el centro.El billete ha aumentado su precio y el horario de vigencia del sistema se ha ampliado una hora cada día, incluido el sábado. Otra embarazosa novedad de la norma es la exigencia de movilidad del vehículo cada dos horas. Transcurridos 120 minutos, el usuario deberá conducir su turismo hasta otra calle que, además, deberá estar ubicada en una zona diferente. Existen cuatro.

Más de 400 personas han firmado un documento en el que se exponen argumentos contrarios a la ordenanza. La campaña la promueve el Grupo Municipal de Izquierda Unida (IU), que durante varios días dispuso una mesa informativa a través de la que se distribuyeron modelos de alegación a la ordenanza. “Se van a producir verdaderos dramas”, prevé el portavoz de IU, Rafael Esteban. "No existe un diagnóstico de movilidad en la ciudad. El Ayuntamiento endurece las condiciones de la zona azul sin ofrecer alternativas”, ahonda, en referencia a un transporte público “deficitario” en una ciudad en la que no se promueve la circulación en bicicleta.

El endurecimiento del sistema de rotación de vehículos tiende una mano a los aparcamientos subterráneos públicos y trata, como reconoció en sesión plenaria la concejal de Seguridad Ciudadana, María Muñiz, de revitalizar la venta o alquiler de plazas. Eso, o “andar y utilizar el autobús”, medidas alternativas que propuso la edil. Durante la pasada corporación (PP-Gial) la Empresa Municipal de Infraestructuras y Servicios (Emisa) construyó tres aparcamientos subterráneos y todos arrastran un importante déficit. El PSOE estima que la deuda municipal con las empresas constructoras supera los 20 millones de euros.

En 2011, Emisa “tuvo más de 800.000 euros en gastos de funcionamiento mientras que los ingresos por explotación no alcanzaron los 200.000”, según la concejal socialista Clara Inés Rodríguez. En cuanto a las plazas disponibles, entre los tres parkings superan las 500 (misma cifra de aparcamientos eliminados en superficie) y alrededor de los aparcamientos subterráneos se ha activado la zona azul en calles donde el aparcamiento era gratuito. El Ayuntamiento también ha encontrado un filón fiscal con las plazas para residentes. Ahora, además, de abonar la tasa anual correspondiente, el usuario debe solicitar un certificado e informe de deudas para obtener la tarjeta por primera vez. Dicho documento, que se encuentra en los archivos de la administración que lo solicita, el Ayuntamiento, cuesta 12 euros.

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