El sistema de pensiones en España, en gráficos
En el año 2050, la cantidad de personas con 65 años o más aumentará en 6,7 millones frente a la cifra de 2024

El sistema público de pensiones tensiona las cuentas de la Seguridad Social mes a mes. Cada mensualidad del importe total de pensiones que perciben aquellas personas que ya han terminado su recorrido por el mercado laboral crece entre 10 y 30 millones de euros, hasta alcanzar en octubre de 2024 los 12.895 millones de euros. Supone un incremento de 2.808 millones con respecto al mes de enero de 2021.
En ese incremento, cercano al 22% en tres años y medio, se debe en buena medida a la última reforma llevada a cabo por el Gobierno, que ligó el aumento de las pensiones a la subida anual de la inflación. Buena parte de ese aumento de dos dígitos se debe a la actualización llevada a cabo entre 2022 y 2023, cuando la inflación fue superior al 8%, lo que supuso un desembolso de 959 millones de euros solo entre diciembre de 2022 y enero de 2023. El número de pensionistas ha pasado de 9,1 millones en enero de 2014 a más de 10,1 en el mismo mes de 2024. Se prevé que la cifra crezca con fuerza en las próximas décadas, cuando las generaciones más numerosas, las de los 60 y 70 comiencen a jubilarse en masa.
Toda esta situación, que los expertos califican de “huida hacia delante”, conjugada con una esperanza de vida que no deja de crecer y con un mercado laboral cada vez más cualificado (con bases de cotización más altas y, por tanto, más cuantía en la pensión final), hace que sea especialmente necesario abrir el debate sobre el sistema de pensiones en España.
Según las proyecciones del INE, en el año 2050 habrá en España 16,6 millones de personas con 65 años o más, mientras que en 2024 esa cifra se sitúa en los 9,9 millones. A esta situación se suma el crecimiento demográfico en España, que se sostiene solamente gracias a la inmigración, ya que el número de nacimientos no deja de descender desde hace años y las proyecciones del INE no apuntan a que vayan a poder revertir de golpe el envejecimiento progresivo. A la larga, esto supondrá un descenso de la población que entre en el mercado laboral, factor indispensable para mantener la productividad y las coberturas sociales. El envejecimiento de la población conllevará además la necesidad de invertir más recursos en sanidad pública, al mismo tiempo que la financiación de las pensiones seguirá aumentando.
El origen de esta situación no es uno solo, se mezclan la economía, la política y la demografía en una tríada de factores que se retroalimentan entre sí. Por un lado, está el envejecimiento de la población, por otro la baja tasa de reposición poblacional y por último la necesidad de retribuir toda una vida a las personas que llegan a la edad de retiro o que se ven obligadas a ello por otras circunstancias. La política, por su parte, trata de no tocar en profundidad el sistema desde hace décadas, ya que la masa de votantes de pensionistas no deja de crecer, lo que compromete los objetivos políticos de, al final, todos los partidos, mientras que la población más joven, cada vez menos numerosa, se encuentra en una situación de precariedad.
Ante esto, es necesario, según los expertos, abrir los canales necesarios de negociación en los que se vean representados todos los sectores sociales: empresarios, políticos y sindicalistas, para poder explorar otras vías que permitan mantener la viabilidad del sistema al mismo tiempo que se garantiza la transparencia y la robustez de las cuentas públicas, cada vez más comprometidas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.