Ugarte da marcha atrás y asegura que nunca quiso acusar al PNV de malversar

La pregunta “¿dónde ha ido a parar el dinero?”, detonante del durísimo cruce de acusaciones que han mantenido en Gipuzkoa el Gobierno foral de Bildu y el PNV, ya tiene respuesta. El dinero —247 millones de desfases económicos en obras de carreteras— se fue “a las constructoras”. La portavoz de la Diputación, Larraitz Ugarte, quien incendió la polémica con aquella interrogante, ha tardado 10 días en despejar las dudas. La diputada aclaró ayer en una comparecencia en las Juntas Generales que cuando formuló su pregunta “no se le pasó por la cabeza” insinuar que el anterior Ejecutivo provincial, presidido por el peneuvista Markel Olano, podía haber cometido un delito de malversación de fondos públicos, sino que quiso criticar “una gestión muy mala”.

 Ugarte tuvo que explicarse en el Legislativo foral, a petición del PNV y el PP, por sus declaraciones sobre las desviaciones presupuestarias en las obras de la autopista AP-1 (Eibar-Vitoria) y del Segundo Cinturón de San Sebastián, gestionadas por la sociedad foral Bidegi. El PNV amenazó con ir a los tribunales y acusó a la portavoz foral de “insolente y pancartera” por lanzar de forma “capciosa” la antedicha pregunta.

El PNV acusa a Bildu de “socavar la credibilidad” de la Diputación

“Sabemos que ese dinero ha ido a las constructoras. Está claro”, zanjó Ugarte. También reconoció que los desfases estaban documentados y fueron respaldados por el consejo de Bidegi, en el que estaban representados todos los partidos. No obstante, la responsable foral volvió a censurar la gestión del PNV en la ejecución de infraestructuras viarias por incurrir en sobrecostes que superaron en un 48% el precio de adjudicación. Ayer elevó la cifra total de los desfases a 282,2 millones. Y recordó que esta práctica es una de las causas de que Bidegi acumule ahora una deuda de 900 millones.

Tras escuchar estas aclaraciones, Olano afirmó que las palabras de la portavoz foral traspasaron el ámbito de la crítica política y llegaron al terreno de “la mentira y la manipulación”, porque en la gestión de Bidegi “no hay desfases, ni agujeros”. El portavoz del PNV acusó a la diputada de “socavar la credibilidad de la institución” a la que representa y de poner en tela de juicio el trabajo de los técnicos que elaboraron los informes que justificaban las modificaciones de los proyectos viarios.

“No siga por ese camino. Dedíquese a comunicar su propia gestión. Mire hacia adelante, sin mirar al pasado de un modo sesgado”, le exigió Olano a Ugarte.

Fuera de la Cámara provincial, el presidente de la ejecutiva guipuzcoana del PNV, Joseba Egibar, terció en la polémica arremetiendo contra Bildu por haber proyectado la sospecha “indecente” de que su partido ha podido “mangonear” o actuar de modo “negligente” al frente de la Diputación. Por eso, un mes después de que su partido pactase la aprobación de los presupuestos forales, Egibar aprovechó una entrevista en Radio Euskadi para instar al Ejecutivo que encabeza Martin Garitano a que actúe con “decencia política y democrática”.

Ante el clima de crispación creado entre estas dos formaciones, trasladado ayer a las Juntas Generales, la presidenta de esta Cámara, Lohitzune Txarola, de Bildu, recalcó en un comunicado que las comisiones “no están para ahondar en rifirrafes entablados por medio de la prensa”. Esta amonestación vino acompañada de una invitación a cultivar el consenso político.