Malestar de entidades latinas por la anulación del desfile de carnaval

No ha sentado nada bien a entidades latinas que el Ayuntamiento de Barcelona haya decidido suspender el desfile de carnaval que en los últimos años se celebraba en la avenida del Paral·lel. Sobre todo porque a tres semanas de su celebración -el 18 de febrero- ya lo tenían casi todo listo. Además de la vestimenta ya habían contratado furgonetas y equipos de música. El desfile de carnaval del año pasado reunió a algo más de 50 entidades, la mitad de ellas de diferentes nacionalidades, pero con un gran peso de bolivianos, colombianos, ecuatorianos y peruanos. Son, de hecho, los que dan más colorido al carnaval. La boliviana Fanática de Barcelona, que el año pasado obtuvo el segundo premio, la integran unas 185 personas más una veintena de músicos. "Nos sabe muy mal y tenemos un sabor amargo porque ya llevamos tiempo preparándolo",  explicaba Edison Gamboa, miembro de esa entidad. Se enteró el lunes pasado al asistir a un reunión de varias entidades que participan todos los años y ahora confían en poder desfilar en el distrito de Sants. 

"Nos sentimos excluidos y nos parece muy bien que el Ayuntamiento quiera recuperar un modelo más histórico, pero no veo por qué excluye la expresión de otras culturas de la misma fiesta", añade. El Consistorio ha decidido esta semana anular el desfile y mantener solo los que se celebran en los distritos de Sants, Gràcia y Horta. El gobierno nacionalista ha optado por una expresión más tradicional, que recupera el carnaval histórico de la ciudad, de los siglos XVI y XVII, y tradiciones como el baile de Carnestoltes y el entierro de la sardina con el mercado de Santa Caterina y el paseo del Born como escenarios.

El miércoles pasado, algunos de los representantes de las entidades latinas expresaron su malestar a Carles Agustí, comisionado de Participación Ciudadana del Ayuntamiento, en una reunión de la que se enteraron a través de otras asociaciones."Le expusimos que nos dolía que excluyeran la expresión cultural de una fiesta de una parte muy importante de la población que compone Barcelona", ha señalado el secretario de la Federación de Entidades Peruanas en Cataluña. Creen que, si no hay razones económicas para la supresión del desfile central del Paral·lel, es un cambio de modelo que "deliberadamente" quiere excluir a otras culturas que conviven en Barcelona.

Ese es el  trasfondo que también ve el grupo municipal socialista en la decisión del gobierno de  Xavier Trias. "Con el agravante, además, de que se incumple un acuerdo del pleno municipal del mes pasado, que refrendaba el desfile del Paral·lel", ha recordado el edil socialista Guillem Espriu.