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La batalla entre Rubalcaba y Chacón reactiva la fractura en el PSM

La elección de delegados vuelve a evidenciar la división entre Gómez y los críticos Dirigentes afines a Gómez en 2010 apoyan a Rubalcaba

La batalla entre los exministros Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón por la secretaría general del PSOE, que se resolverá en un congreso del partido dentro de tres semanas en Sevilla, ha tenido estos días en el Partido Socialista de Madrid (PSM, 18.000 militantes) su propia fotografía: las votaciones en agrupaciones locales para elegir delegados a ese congreso evidencian la fractura de los socialistas madrileños en dos bloques. Uno, el que apoya expresamente a Pérez Rubalcaba y está ligado -pero no solo- al sector crítico del PSM; el otro, el de la dirección del secretario general, Tomás Gómez, que aún no se decanta por ningún candidato aunque todo el mundo lo coloca más cerca de Chacón.

Ayer terminaron las votaciones en las agrupaciones locales para escoger a los casi mil predelegados que, el próximo fin de semana, elegirán definitivamente a los 79 delegados madrileños que acudirán a Sevilla a votar por Chacón o Rubalcaba. No hay aún resultados definitivos, pero fuentes de la plataforma de apoyo a Rubalcaba aseguran que han obtenido en torno al 40% de esos asientos de predelegados, lo que dejaría al equipo de Gómez una mayoría del 60%.

En el otro lado, una portavoz de la ejecutiva del PSM afirmó que, de las 145 agrupaciones que envían delegados, en 102 ha ganado la identificada con Gómez -incluidos 13 de los 21 distritos de la capital y las agrupaciones de Alcorcón, Parla o San Sebastián de los Reyes-, en 39 la que apoya abiertamente a Rubalcaba -incluidos seis distritos y municipios como Leganés y Alcobendas- y hay "empate" en tres agrupaciones. Anoche aún no se conocía el resultado de Getafe.

Una parte habla, por tanto, de "delegados"; la otra, de "agrupaciones". Y, además, es difícil saber qué harán después en el congreso de Madrid esos predelegados, e incluso qué votarán finalmente los 79 delegados, porque las listas no son monolíticas. La de apoyo a Rubalcaba sí se ha presentado con ese nombre en la mayoría de las agrupaciones; la identificada con Gómez, sin embargo, se llama en ocasiones "candidatura por la participación de las bases", o adquiere otras denominaciones, pero en cualquier caso no lleva el nombre de un candidato. No se moja por Chacón ni por nadie, todavía. Así que entre sus miembros podría haberlos que al final voten a favor del exvicepresidente del Gobierno.

"Aquí lo que importa es qué voten los delegados, no qué lista gana en cada agrupación. En la lista de la nada, la que impulsa Gómez, hay delegados de todo. Nuestro cálculo es que en la capital hay más del 50% de delegados proRubalcaba y, sumando el resto de municipios, en total podemos superar el 40%", resume un dirigente afín a Rubalcaba. "Qué votará cada delegado es algo que no se sabe, es interpretable. Lo único objetivo ahora mismo son los resultados de las votaciones a las listas en cada agrupación, por eso es lo que nosotros damos desde la ejecutiva", replica la portavoz del PSM. Pero tampoco el dato de las agrupaciones es objetivo, porque no todas tienen el mismo peso: en función del número de militantes, aportan más o menos delegados al congreso.

La agrupación del distrito de Latina -una de las más importantes de la capital- es un ejemplo de lo difícil que es aventurar cifras antes de que los delegados se pronuncien en el congreso. Los partidarios de Rubalcaba se la adjudican, mientras que la ejecutiva del PSM dice que allí se ha votado una única "lista de consenso".

"No se le puede atribuir esa lista, a priori, a ninguna de las dos partes", sostiene la portavoz del PSM. "Sí, hay una única lista, pero los 28 delegados de esa lista están a favor de Rubalcaba, lo dicen públicamente", contestan los que respaldan al exvicepresidente. "Y, entonces, ¿por qué no concurrieron directamente, desde el principio, en la lista proRubalcaba?", inquiere el PSM. "Porque en estos temas locales a veces hay razones puramente internas que llevan a los militantes a enfrentarse en listas distintas", responde la plataforma proRubalcaba.

La división de los socialistas madrileños estalló en 2010 con las primarias para candidato a las autonómicas, en las que Tomás Gómez venció a la candidata a la que apoyaban José Luis Rodríguez Zapatero y Rubalcaba: Trinidad Jiménez. Algunos de los dirigentes que respaldaron entonces a Gómez, sin embargo, están ahora en la plataforma proRubalcaba. "Son batallas distintas, y Tomás debería darse cuenta", afirma uno de ellos.

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