Los recortes llegan al arte románico de Vall de Boí
Solo dos iglesias estarán abiertas de forma habitual
Las restricciones económicas condicionarán este año la exhibición al público de las nueve iglesias románicas de Vall de Boí (Alta Ribagorça), declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco hace 11 años. La reducción del presupuesto y de plantilla han obligado a reorganizar los horarios de visita de las seis iglesias que en la actualidad están abiertas al público y solo dos permanecerán abiertas habitualmente.
La Generalitat quiere que los números cuadren y que no se acumulen pérdidas en la gestión del patrimonio. Por ese motivo, el presupuesto aprobado ayer por el consorcio institucional que gestiona el conjunto monumental será de 502.000 euros, 100.000 euros menos que el año anterior.
La aportación de Cultura será de 64.400 euros, 26.700 euros más que en el pasado ejercicio. Sin embargo, la contribución de los demás miembros del ente —Departamentos de Agricultura y Medio Ambiente, Diputación de Lleida, Consejo Comarcal del Alta Ribagorça y los obispados de Urgell y de Lleida— será inferior o nula, como en el caso de Medio Ambiente y los dos obispados.
En una reunión presidida por el consejero de Cultura, Ferran Mascarell, se aprobaron diversas propuestas que deben servir para poner las bases de una mejor gestión. “El objetivo es que este año no acabemos con un déficit que hipoteque el futuro del consorcio”, señaló Mascarell. Asimismo, se pretende que los ingresos por entradas y patrocinadores sean cada vez mayores. A partir de ahora, el precio de las visitas aumenta de 1,5 a 2 euros, mientras que en el caso de Sant Climent de Taüll el billete pasa de 2,5 a 3 euros.
Las restricciones impedirán la reincorporación de los siete trabajadores del consorcio afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE), la mitad de la plantilla, así como la reapertura al público de la mayoría de las iglesias. Se ha decidido mantener abierta al público solo la iglesia de Sant Climent de Taüll, la más visitada, de diez de la mañana a dos de la tarde y de cuatro a siete de la tarde, y la de Santa Maria de esa misma localidad, que siempre está abierta al culto, entre las diez de la mañana y las ocho de la tarde.
Por otra parte, las iglesias de la Natividad, de Durro, y Sant Feliu, de Barruera, permanecerán cerradas, mientras que las de Sant Joan de Boí y Santa Eulàlia de Erill la Vall solo se abrirán según la demanda o si hay grupos interesados en la visita y de forma alternativa.
El consorcio buscará nuevas formas de financiación mediante patrocinadores y la firma de un convenio de colaboración con el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), para atraer al valle a una parte de los 900.000 visitantes del museo. Mascarell, que augura un “futuro extraordinario” al románico de Vall de Boí, considera que se pueden mantener todas las iglesias abiertas en épocas de mayor afluencia turística con la colaboración de estudiantes en prácticas de la Universidad de Lleida.
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