El PP se apresta a facilitar la aprobación de los Presupuestos de la Generalitat

El matrimonio político en Cataluña continúa. El Partido Popular anunció ayer que se apresta a facilitar el primer trámite parlamentario de los presupuestos de 2012. La decisión está prácticamente tomada, aunque el partido esperará hasta última hora para retirar la enmienda a la totalidad a la Ley de Medidas Fiscales y Financieras, el primer escollo que debe superar el Gobierno de Artur Mas para que el Parlament estudie sus cuentas. El PP solo falló al presidente en su investidura. En el resto de las medidas importantes, incluidos los presupuestos de 2011, sus votos siempre han estado ahí para salvar a Convergència i Unió (CiU). Para facilitar la votación de la semana que viene, los populares necesitaban un gesto, y lo hallaron en el apoyo de CiU a los recortes de Mariano Rajoy.

La líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, aseguró ayer que sopesa “muy seriamente” la posibilidad de retirar la enmienda a la totalidad para profundizar en las negociaciones con CiU, y así se lo comunicó al partido de Mas. El objetivo del PP es maquillar dos de las medidas más polémicas de las cuentas: la tasa turística y el llamado tique moderador, el euro por receta farmacéutica. Sánchez-Camacho escuchó ayer las demandas de los sectores afectados por estas tasas y también consultó con el ministro de Turismo, José Manuel Soria, muy crítico con el gravamen que quiere imponer la Generalitat.

El PP ve margen para negociar ambas tasas. En cualquier caso, Sánchez-Camacho quiso dejar claro que este apoyo inicial no implica que el PP dé su aval total a las cuentas. Tras superar el primer escollo del miércoles, los presupuestos serán sometidos a la consideración de las diferentes comisiones y devueltos al pleno para que los ratifique. CiU deberá esforzarse en la negociación para que el PP se abstenga también en la votación definitiva. Oriol Pujol, líder parlamentario de los nacionalistas, dejó claro en un comunicado que el partido no renunciará a las tasas, pero se abrió a hablar de “matices”. Pujol insistió en mantener en las rondas de negociaciones al Partit dels Socialistes y Esquerra, aunque ambos partidos ya dan por hecho el acuerdo entre Mas y Sánchez-Camacho.

Pese a la sucesión de acuerdos con el PP, los dirigentes de CiU no quieren ni oír a hablar de formalizar un acuerdo estable. El líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, lo expresó así en su carta semanal a la militancia: “Sería un error repetir la situación de entre 2000 y 2004, cuando CiU dependía del PP en Cataluña y debía dar apoyo al PP en Madrid”. De momento, pese a las palabras de Duran, es el camino que sigue CiU. En Cataluña ha optado por el PP como socio prioritario, aunque ello tenga coste político en el Congreso.

Alicia Sánchez-Camacho pasanso junto a Artur Mas, en julio pasado, el día que el Parlament aprobó los presupuestos de 2011. / tejederas