Hoy desahucian a Abdul, padre de tres niños y con 30 euros en el bolsillo
Obrero en paro, reside en Parla y asegura que no tienen donde alojarse
Vive con su mujer y sus tres hijos, de cuatro, seis y 11 años, hoy está previsto que les desahucien de su piso por no pagar la cuota de la hipoteca y no tienen adonde ir. “Estamos a 8 de enero y solo tengo 30 euros en el bolsillo”, se lamenta Abdul Rahim, de 50 años y originario de Guinea-Conakry.
La historia hipotecaria de esta familia empieza en 2007, año que dio el pistoletazo de salida a la crisis. Rahim compró un piso en Parla y firmó un crédito de 200.000 euros con Banesto. El inmigrante había llegado a España en 2002 y trabajó en la construcción con contratos por obra. En 2005 se le unieron su mujer y una de sus hijas. Los otros dos nacieron ya en España.
Vive en España desde 2002 y sus hijos tienen cuatro, seis y once años
Hace dos años, Rahim se quedó en el paro y poco después dejó de abonar su hipoteca. Actualmente los ingresos de la familia se reducen a los 287 euros que ingresa de la renta mínima de inserción. La entidad inició hace varios meses la ejecución hipotecaria, y el pasado 7 de octubre se fijó la primera fecha de “lanzamiento”. Rahim acudió in extremis a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y con su apoyo más el de sus vecinos, pudo frenar el desalojo. Hasta hoy.
Rahim, que habla un español paupérrimo, asegura que no sabía que tenía derecho a un abogado de oficio, dice que nadie le informó de ello. Desde octubre, Rafael Mayoral, uno de los abogados de la PAH, lleva su caso. Han pedido ayuda a los servicios sociales de Parla, que hace dos semanas le dieron a Rahim 300 euros. “Nos fuimos toda la familia a una habitación en un piso de alquiler. La dueña, ecuatoriana, no nos dejaba usar la cocina y después de un mes nos echó, así que hemos tenido que volver al piso”, dice. “Me gasté todo en pagarle y ahora no tenemos dinero ni adonde ir”, se duele. No quiere que sus hijos aparezcan en las fotos y hará lo posible porque hoy no estén presentes durante el desahucio.
Afectados y simpatizantes intentarán hoy frenar el desalojo
La asamblea 15-M de Parla se ha movilizado por su causa. Hoy se han citado a las siete de la mañana en la estación de Cercanías de Parla para intentar evitar el desalojo de la familia. Sin embargo, todo parece indicar que va a ser difícil que logren su objetivo. En la diligencia de ordenación que emitió el pasado 5 de enero el secretario judicial pide que la comisión judicial vaya acompañada de “los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, a cuyo efecto podrá recabar su participación a fin de prevenir e impedir cualquier acción ilícita que coarte o dificulte el ejercicio de sus funciones, remueva los obstáculos que pudieran impedir su práctica y, en su caso, levante atestado poniendo en conocimiento los hechos y vicisitudes a que diera lugar el desarrollo de la actuación; todo ello con el objetivo de dar cumplimiento a la orden judicial de lanzamiento y posesión que viene dictada”.
En un intento de dar un giro al caso, la semana pasada el abogado de la PAH intentó frenar el desahucio alegando motivos humanitarios. El secretario judicial admitió la denuncia a trámite, pero la desestimó. “Nos dijo, textualmente: ‘cuando los bancos concedían prestamos a gente sin recursos a todo el mundo le parecía bien y ahora vienen a reclamar. Deberían habérselo pensado antes de pedir la hipoteca”. Ayer, este abogado puso en la fiscalía de guardia de Getafe una denuncia contra el secretario judicial por “invasión de competencias”. “Es el juez quien debe valorar si hay que tener en cuenta los motivos humanitarios, no él”, dice. Mayoral también resalta que al contrario que otras familias, que están recurriendo a ocupar viviendas vacías tras perder su techo, Rahim no puede plantearse esa “medida de emergencia”, ya que una diligencia judicial pondría en peligro la renovación de su permiso de residencia en España.
Mañana, en Torrejón, otro inmigrante venido de lejos espera también su desahucio. Se trata de Luis Mendes, de Guinea-Bissau, padre de ocho hijos que viven en su país. El 24 de noviembre logró frenar su desalojo gracias al apoyo popular. Mañana volverán para intentar ayudarle.
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