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“Lo elegí porque era mi número de recluta en la mili”

Un empleado de una administración de Barcelona gana 100.000 euros con el tercer premio La oficina de lotería pertenece a su cuñada, tercera generación de mujeres que está al frente de ella

Rebeca Carranco
Valentín Campoy es felicitado por su cuñada, Crsitina May, en la administración de lotería.
Valentín Campoy es felicitado por su cuñada, Crsitina May, en la administración de lotería. JAVIER CORSO

Al oír a los niños de San Ildefonso cantar el 02184, Valentín Campoy ha dado un respingo en la silla:

-¡Lo llevamos!

-¿Qué?

-¡¡¡Qué lo llevamos!!!

Campoy, de 54 años, ha ganado 100.000 euros con el tercer premio del Gordo de Navidad. El número lo vendía él mismo en la administración número 82 de Barcelona, donde trabaja. Una administración que, además, pertenece a su cuñada, Cristina May Llanas, de 39 años. El cava corre desde entonces en el pequeño local, en la calle de Rosselló, 215.

“Cuando lo veo, me gusta, y lo juego”, cuenta, el hombre, que no para de dar gracias a la Virgen del Rocío. Lo ha elegido porque acaba en 84. “Era mi número de recluta en la mili, en Valencia”, explica, con la copa de cava en la mano. Y compró dos décimos.

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Cuando las cámaras le dan un respiro, brinda con su cuñada. Desde hace seis meses es la dueña de la administración, que ha repartido 7,5 millones de euros con la venta de 15 de series del número. O lo que es lo mismo, 150 décimos. “¿Ese es nuestro? ¡Qué dices!”, ha gritado con incredulidad May al saberlo. Pero sí, ahí estaba, bien apuntado en el listado de números vendidos.

La felicidad es total. María Elena, de 57 años, y madre de Cristina, brinda también. El matriarcado Llanas ha estado siempre al frente de la administración. Se la concedieron a la abuela de Cristina al quedar viuda, en 1972. La mujer se la pasó en 1996 a su hija María Elena. Y, desde hace seis meses, Cristina se ha hecho cargo de ella. “¡Lo hemos dado nosotros, entre todas las administraciones de España!”, se alegra la mujer. Es el segundo premio que reparte en sus 40 años de historia. En 2008, dieron un quinto premio con el 70593.

Bancos al acecho

En la celebración no faltan los bancos. Un joven, director de una caja de ahorros cercana a la administración se asoma a darles la enhorabuena. Y, de paso, se ofrece a poner a buen recaudo el premio. “Ya le he dejado un décimo”, admite después Campoy. El otro décimo… “Quizá se lo entrego a otro banco, para repartirlo”, explica. Mientras, a su espalda, ya esperan el director y otro empleado de una oficina bancaria de la competencia.

La bebida burbujeante sigue corriendo entre familiares y amigos, como Anabel Casas, de 45 años, quien sentada en un taburete fantasea con la posibilidad de que Valentín le hubiese recomendado comprar el 02184. Pero no fue así. “Todos nos hemos criado, hemos trabajado y hemos estudiado gracias a la lotería”, cuenta Elena, de 41 años, otra de las hijas de María Elena.

Hasta ahora, solo otro ganador se ha acercado a la calle de Rosselló: “El chico de la mutua de enfrente”. Ha visto a María Elena colgar el número. Se ha parado, lo ha mirado y le ha preguntado: “¿El 02184? ¿Tercer premio? ¿Cuánto? Tengo un décimo”. Después ha colgado la bata y se ha ido.

Campoy abre otra botella más de cava y riega a los que blanden cámaras, bolígrafos y libretas. Es la foto de rigor. Con ese dinero piensa pagar el coche, darse una buena cena y celebrarlo con su familia. “La de aquí y la de allí”, dice, en referencia a su Linares (Jaén) natal. Y un poco para la Virgen del Rocío, a la que espera ir a ver pronto, asegura, mientras toca sus tres medallitas de oro colgadas del cuello, junto a un bonito escudo del Barça.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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