PP y PSC instan a la Diputación a que convoque concurso para el CCCB

 El Partido Popular y los socialistas no están de acuerdo en cómo se ha designado a Marçal Sintes como nuevo director del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) y mañana presentarán una moción en el pleno de la Diputación. En ella piden que el presidente de la Diputación de Barcelona –institución de la que depende el CCCB- convoque un concurso restringido para “iniciar el proceso de selección de la dirección del CCCB”. El caso es que Sintes fue designado por decisión del presidente de la Diputación, Salvador Esteve, porque así lo posibilita el estatuto de esa institución que gobierna CiU con el apoyo del PP. De ahí el malestar indisimulado del vicepresidente de la institución Alberto Fernández Díaz que se ha sentido ninguneado.

Tanto el PP como los socialistas consideran que la dirección del CCCB tiene que elegirse por concurso y no con el método de designación directa. La tesis es compartida, en parte, por Iniciativa per Catalunya- Verds (ICV-EUiA) aunque considera que el concurso debería ser abierto y no restringido. Los efectos de la moción, que saldrá adelante porque la oposición sumará la mayoría, pueden ser nulos. Es decir, que el presidente de la Diputación no de marcha atrás y no convoque el concurso.

Y parecida iniciativa se está pactando entre los mismos partidos para presentarla en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona que se realizará el viernes. El consistorio tiene una representación del 25% del CCCB. De ahí que el bloque de la oposición persigue que el Ayuntamiento, como institución, exija a la Diputación que convoque concurso para nombrar el cargo para el que ha sido nombrado directamente el periodista Marçal Sintes.

El cargo para el que sí se convocará concurso la semana próxima es el de director museo Picasso de Barcelona, vacante tras el nombramiento del que ha sido su responsable, Josep Serra,  para llevar las riendas del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). Fuentes del área de Cultura del consistorio sostienen que, en la práctica, las convocatorias de concursos internacionales para dirigir centros culturales no logran atraer a muchos candidatos. No porque no sea interesante el proyecto y la ciudad en sí, sino porque al ser equipamientos públicos el nivel de retribución está marcado por ley y se trata de unos ingresos moderados por debajo de la dirección de museos y centros que no dependen de ninguna administración pública.