El Consejo de Europa y la exfiscal Carla del Ponte denuncian a la guerrilla de Kosovo como responsable de haber traficado con órganos de presos serbios, y al primer ministro, de estar detrás de la trama. En Albania, centro del presunto negocio, todos lo niegan. Serbia pide un juicio
El principal problema es cómo garantizar que la escasa población serbia que no se ha exiliado pueda vivir con seguridad y dignidad, algo que actualmente no ocurre.
Tres años después de los bombardeos de la OTAN, Kosovo ha cambiado, al menos en apariencia. La ONU ha conseguido crear algo parecido a una administración y la economía florece. No obstante, las mafias campan a sus anchas y el odio entre serbios y albaneses persiste. Los vecinos son todavía enemigos irreconciliables.
El alto representante para la Política Exterior de la UE ha convocado a los líderes de Belgrado y Prístina a Bruselas para una reunión de emergencia que ayude a rebajar la tensión
Bruselas subraya que unirse a los Veintisiete es una “decisión estratégica” que obliga a cumplir unos valores que gobiernos como el de Tbilisi no respetan