Extra de proteínas para una alimentación saludable
Dos quesos frescos, el batido y el skyr, se suman a las recetas ligeras y rápidas para acompañar la práctica deportiva y dieta sana
Para los días de astenia otoñal, que necesitamos cargar las pilas, o justo antes y después de un entrenamiento, lo que nos pide el cuerpo es un aumento de la energía y recuperación muscular a través de la alimentación. Si además intentamos elegir opciones saludables, no tienen por qué estar reñidas con el sabor y la textura, ya que cada vez existen en el mercado más propuestas ligeras para una adecuada alimentación, como el Queso Fresco Batido y el Queso Fresco Skyr de Burgo de Arias.
¿De dónde vienen estos quesos y cómo se elaboran? Aunque en el centro y norte de Europa llevan siglos incluyendo ambas opciones en su tradición gastronómica, la dieta mediterránea ha introducido este tipo de quesos en los últimos años. Entre sus beneficios nutricionales destaca el extra de proteínas (8,5% en el caso del Queso Fresco Batido Burgo de Arias y 11% en el caso del Queso Fresco Skyr), con 0% de azúcar y 0% de materia grasa, que es lo primero que buscaría un deportista o un foodie en la etiqueta. Estas dos nuevas referencias, además, están elaboradas únicamente con ingredientes naturales: leche pasteurizada de vaca, cuajo y fermentos distintos en cada caso.
Diferencias entre yogur, queso fresco batido y skyr
Un yogur solo puede ser considerado yogur cuando en su fermentación han intervenido bacterias ácido-lácticas, beneficiosas para la flora intestinal, como lactobacillus bulgaricus y streptococcus thermophilus. Para la elaboración del Queso Fresco Batido Burgo de Arias, en cambio, no intervienen estos microorganismos, sino cuajo que se añade a la leche. En el caso del Queso Fresco Skyr se lleva a cabo una coagulación mixta, a medio camino entre el fresco batido y el yogur, ya que en su elaboración intervienen los mismos fermentos que el yogur y el cuajo del queso.
Burgo de Arias fue la primera compañía que desarrolló una investigación alimentaria en torno al queso, hasta conseguir que sus productos permanezcan frescos durante 50 días, sin conservantes ni aditivos. En los últimos años se ha convertido en líder del mercado, con 36 millones de envases vendidos al año, y precisamente su tecnología innovadora ha conseguido que el Queso Fresco Batido y Queso Fresco Skyr presenten un extra de cremosidad y sabor menos ácido respecto a productos similares. ¿Cuál es la ventaja de esta innovación? Que serán ingredientes mucho más versátiles para preparar comidas rápidas y fáciles, además de saludables.
Si nos planteamos un entrenamiento deportivo matutino o vespertino podemos aumentar el consumo de proteínas con ambos ingredientes, tanto el queso fresco batido como el skyr, ya que se adaptan a recetas dulces y saladas, en cualquier momento del día. Al reducir su acidez no será necesario añadir azúcar ni edulcorantes, sino que ambos productos son perfectos para reinventar, por ejemplo, un desayuno a partir de queso fresco batido con cereales o avena, semillas, frutos secos o cacao puro en polvo.
Precisamente la rapidez y facilidad en su preparación nos permite disfrutar de una alimentación saludable sin dedicar horas a la cocina: incluso podríamos solo abrir y consumir, como si fuera un yogur normal, acompañado por ejemplo de fruta cortada o nueces, si no tenemos tiempo y no queremos picar entre horas. Gracias a ese 8% y 11% de proteínas nos sentiremos saciados y llegaremos a la siguiente comida con menos sensación de hambre. Para los días de frío, también podemos entrar en calor con una rápida y reconfortante crema de zanahorias con queso fresco batido. Y solucionaremos una comida o cena post entreno con unas pechugas de pollo o pescado al horno, acompañado de una salsa de queso fresco skyr, eneldo, jengibre y una cucharada de aceite de oliva, donde el skyr aportará un extra de suave textura y cremosidad.