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CRÍTICA LITERARIA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

‘En el jardín del poema’, de Juan Antonio Masoliver Ródenas: La larga infancia

El poeta catalán regresa a los meandros de la memoria más remota con su último poemario, en el que asume la carga del tiempo para construir desde la vejez la fantasía de una convivencia de las dos edades

Retrato de José Antonio Masoliver Ródenas, autor de 'En el jardín del poema' (Acantilado).
Manuel Rico

“Solo la infancia de los poetas es larga”, escribió el poeta turco Ilhan Berk. Tan larga que a veces se convierte en la médula de algunos poemarios que se escriben en el tiempo que nos alcanza más allá de la madurez. El verso último de Antonio Machado, junto al mar de Collioure (“Estos días azules y este sol de la infancia”), es mucho más que un apunte nostálgico: expresa el cierre de un círculo existencial, el retorno a ese lugar seguro en el que todo era posible y en el que la muerte estaba lejos: la infancia.

Juan Antonio Masoliver Ródenas (Barcelona, 1931), poeta tenaz, exigente, discreto, reflexivo y profundo, regresa a los meandros de la memoria más remota con En el jardín del poema. De algún modo, busca el calor, la hospitalidad tardía de ese reducto que conforma la identidad en lo más remoto de la existencia, en la raíz. Se trata de un regreso a ella en el que asume la carga del tiempo para construir la fantasía de una convivencia de las dos edades (la niñez y la atalaya de la vejez) en una suerte de zona de intersección de espacios, de experiencias, de vida, solo posibles en el poema.

El amor, el erotismo del voyeur preadolescente transformado en melancolía y memoria de lo que fue, la naturaleza y sus estaciones, los rincones de la primera patria (la casa, el jardín, el mar cercano), Sònia, un complemento de vida, las huellas acumuladas de modo compartido a lo largo del tiempo cercan y a la vez acarician al poeta, lo emocionan en sucesivos reencuentros y transmiten al lector esa subjetividad de un modo eficaz, rotundo. Todo ello nos hace retornar a uno de sus libros más emocionantes, a los relatos de La calle Fontanills.

El autor se caracteriza por la transparencia de un verso que descansa en una casi total ausencia de adjetivos, en un ritmo sutil que muestra una destreza compositiva acumulada a lo largo de los años

Si por algo es reconocible Masoliver Ródenas es por la sencillez compleja del lenguaje que utiliza. La transparencia de un verso que descansa en una casi total ausencia de adjetivos, en un ritmo sutil que muestra una destreza compositiva acumulada a lo largo de los años aunque ya era visible en sus primeros libros. Si en su anterior poemario, La plenitud del vacío (2022), había un poso de amargura y una mirada oscurecida hacia el pasado por las muertes cercanas, con nombre y apellidos, en este, ese enfoque se hace más meditativo, centrado en el entorno más íntimo (padre, madre, la amada), una poesía directa y luminosa, pero no por ello carente de dolor: “nuestra mirada recorre el mundo / y el mundo se escapa continuamente”.

Hasta cierto punto, en todos los poemas se reflejan esas dos calidades contradictorias, producen una confrontación dialéctica. La amargura es tamizada por la claridad, hay una serenidad doliente, de felicidad triste, de celebración melancólica (“miro absorto aquel tiempo / en el que jugábamos / a no crecer nunca”), que atiende a las cosas, que devuelve a una vida ficticia a todo cuanto dejó de existir: a este respecto, destaca el poema ‘Antes de acostarme…’, un estremecedor regreso al sueño del padre, un poema que respira cotidianidades rotas y en cuyo final alienta el sentido integral del libro: “Navego en un velero / empapado de luz / en busca de mi alma / en el eterno horizonte / detrás del cual / está la muerte”. Ahí, en ese velero, espera el jardín de Masoliver Ródenas.

Portada de 'En el jardín del poema', de Juan Antonio Masoliver Ródenas

En el jardín del poema 

Juan Antonio Masoliver Ródenas 
Acantilado, 2024
64 páginas. 12 euros

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