Carla Berrocal: “De no ser ilustradora, querría haber sido una viuda aristócrata”

Carla Berrocal (Madrid, 1983) es autora de, entre otras, las novelas gráficas El brujo (Edicions de Ponent) y Doña Concha: La rosa y la espina (Reservoir Books). Su último trabajo, una epopeya entre el wéstern y la tragedia clásica protagonizada por mujeres, se titula La tierra yerma (Reservoir Books).

¿Cuándo supo que se dedicaría a la ilustración? Desde que era pequeña siempre me gustó dibujar, era lo único que me mantenía quieta… profesionalmente lo supe un tiempo más tarde, quizás en la adolescencia.

¿Con qué tres adjetivos definiría el cómic perfecto? Me basta con dos: blanco y negro.

¿Cuál es la mejor crítica que ha recibido? Cuando son buenas no se recuerdan tanto… quizás las que más me importan: las de mi familia y amigos.

¿Y la más extravagante? Para bien o para mal, tengo una memoria malísima, así que supongo que por eso no recuerdo ninguna. Siempre me suelen decir que mi estilo es frío, pero creo que eso no es lo más extravagante que me han dicho.

¿Qué ilustrador/a poco conocido en nuestro país recomendaría? Eduardo García Benito, uno de mis ilustradores favoritos del art decó español, que triunfó muchísimo en Estados Unidos. Hizo muchísimas portadas para Vogue y muchas revistas de primer nivel, pero en nuestro país apenas se le conoce.

¿Cuál ha sido el último libro que le ha gustado? Carrie, de Stephen King. Tiene delito que no lo haya leído hasta ahora, pero una no da abasto con la vida.

¿El que tiene abierto ahora mismo en la mesilla de noche? Libro: Contar es escuchar, de Ursula K. Le Guin. Cómic: Palomar, de Beto Hernández y Necrón, de Magnus.

¿Uno que no pudo terminar? Con Palomar me está pasando un poco… me está costando, pero abandonar, abandonar creo que el último con el que lo hice fue Oculto Sendero, de Fortún. Creo que cuando pasan estas cosas, simplemente, es que no es el momento de leerlas.

¿Qué película ha visto más veces? Tomates verdes fritos, me sé los diálogos y lloro cada vez que la veo.

¿La última serie que vio del tirón? Blue Eye Samurai. Me encantó toparme con una serie de animación para adultos con un personaje femenino que me dejó completamente fascinada.

Si tuviese que usar una canción o una pieza musical como autorretrato, ¿cuál sería? Uf… qué difícil. Creo que sería una combinación de muchas cosas que me gustan, no podría elegir solo una… desde el desgarro de los boleros de los Panchos o el ritmo de Mahmood pasando por las mujeres potentes que canta Concha Piquer o la magia de Violeta Parra.

¿La que suena en bucle en su cabeza? Hasta hace unos días, La Violetera de Sara Montiel.

¿En qué museo se quedaría a vivir? En el Museo ABC.

¿Qué suceso histórico admira más? Creo que uno de mis favoritos es la Guerra de Independencia Española. La idea de un pueblo que se autogestiona y se crean redes para liberarse de una opresión me fascina. Pero en general cualquier momento de la historia me parece admirable en uno u otro sentido, sobre todo en lo que a las mujeres se refiere.

¿Qué encargo no aceptaría jamás? Uno que fuera en contra de mis ideas, sentires o pareceres.

¿Qué está socialmente sobrevalorado? El capitalismo.

De no ser ilustradora le habría gustado ser... Una viuda aristócrata.

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