‘De Traslación’, poesía para nombrar lo innombrable
A medio camino entre el deslumbramiento de la palabra y el desconcierto ante su carácter inaprensible, Pureza Canelo nos interpela sobre la capacidad del lenguaje para codificar la realidad
En el último ciclo de su producción, Pureza Canelo viene ensayando un original proyecto autorreflexivo que afronta la aventura de la creación como un salto al vacío “sin red / ni conocimiento”. Al igual que en entregas anteriores, De traslación propone una autobiografía en clave metapoética en la que el anecdotario vital se sustituye por el retrato caleidoscópico de una “mujer / en escritura”. De hecho, la combinación de la secuencia “Pizarra / Celeste” en los títulos de las composiciones no solo remite a las iniciales de la autora, sino que da cuenta de una ambición unitaria en la que se reflejan recíprocamente el microcosmos (la tiza de la escritura) y el macrocosmos (la condición sideral de la poesía).
A medio camino entre el deslumbramiento de la palabra y el desconcierto ante su carácter inaprensible, este libro extrema la ascesis referencial para buscar una esencialidad no contaminada por la verbosidad retórica ni por la seducción de los nombres propios: los dos únicos que se mencionan, Claudio (Rodríguez) y Federico (García Lorca), funcionan menos como sombras tutelares que como ejemplos del telurismo trascendente que la escritora ha cultivado en ocasiones. Vadeando exoplanetas y agujeros negros, la pizarra magnética de Canelo alberga sentencias y advertencias que actúan a modo de divisa estética: “No conozco / lo convencional / en la escritura”, “Prohibido / el prosaísmo / en vuelo” o “La escritura / explora / por agotamiento” dan testimonio de una dicción que transita abruptamente del guiño aforístico al pellizco lírico.
Si Ángel González identificó la labor poética con la tentativa frustrada de “marcar la piel del agua”, Pureza Canelo arranca de esa consabida derrota para adentrarse en el terreno de lo inefable
Volviendo sobre sus pesquisas, De traslación nos interpela sobre la capacidad del lenguaje para codificar la realidad, pero huye de los binomios maniqueos (pureza y compromiso, conocimiento y comunicación) y de los términos gastados (como la sempiterna utilidad). Si Ángel González identificó la labor poética con la tentativa frustrada de “marcar la piel del agua”, Pureza Canelo arranca de esa consabida derrota para adentrarse en el terreno de lo inefable: “Solo / lo indecible / hay que ofrecer”. Este intento de escribir en lo celeste supone una conquista de una voz inconfundible y no siempre suficientemente reconocida.
De Traslación
Autora: Pureza Canelo.
Editorial: Pre-Textos, 2022.
Formato: tapa blanda (132 páginas, 19 euros).
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