¿Cómo llamarlo?
Pero cómo llamarlo, una perplejidad, una resistencia, un olvido, un reconocimiento, una trampa, no hay palabras, decimos, para asir tanto, pero hay palabras, hay ladrillos, hay semillas, cuculíes, regodeos, croquis, el tiempo sin tiempo de la espera
Rumia el lenguaje el adentro de las cosas, su relieve, decimos precipicio y la montaña surge, decimos lluvia y el recuerdo se empapa y abomba, decimos cemento, palafito, techo de paja, calamina y plástico azul, decimos casa, decimos río subterráneo, río hirviente, y el sonido pedregoso de una infancia y el eco de una voz o su rugido, decimos sal y el mar se ancla, mapa, mercado, cantuta, lapa, colibrí, decimos necrópolis, temblor, altar de camino, huayco, gallinazo, oxígeno, agua, drenaje, decimos carajo, ay, ceibo, molle, algarrobo, quina, decimos, tajo, juane, la sombra al mediodía, la noche, hierba luisa, hierba mala, hierba buena, el cielo que atardece, el azul de la mañana, lianas, cordillera, acantilado, decimos la wawa y la abuela, afluente y zumbido, albornoz, estanque, apagón, desaguadero, colapiz, rumor, matriz, ronroneo, raspadilla, culantro, decimos ya, esquina izquierda baja, puente, zapateo, piel de gallina, pitufeo, arena, ronsoco, colmena, tamarindo, agachaditos, palta, aquí, otorongo, me da mala espina, conchudo, sinvergüenza, caramanduca, humita, sangrecita, zorrito run run, turrón, cau cau, chongazo, pierna con encuentro, choritos, colorete, ruda macho, chancar, truza, ají, oe, gua, decimos causa, piña, pucho, carambola, templado, tabas, ojota, chancla, sayonara, lapicero, caserita, dicen cerro y muro, dicen pobladores, vecinos, invasor y habitantes, decimos trocha, achiote, frazada, chompa, buzo, polo, capucha, canchita, repujado, limón, filigrana, encomienda, pepián, romería, pe, caña, totora, remesa, mototaxi, patasca, llantería, cóndor, pucará, agua florida, colonial, tingote, comparsa, suavecito, chapla, rachi, cleta, decimos vine para quedarme, no puedo vivir sin ti, ayuda a tu hermanito, no te pases, estás de amanecida, le reventó cuetes, qué tal raza, tallarín verde, frejol colado, maíz morado, kión, concolón, trampolín, cañón, resbaladera, bacilón, fu man chu, huasca, cuy, ola, viento, cachema, majarisco, mirasol, graneado, carnaval, canicas, decimos sigue de frente, qué tal vaina, manda fruta, ya me voy para mi casa, muy lejos de donde yo vivo, ojo pare cruce tren, tingote, palillo, titubeo, yan ken po, tráeme algo de la azotea, préndeme la vela, no me provoca, hay colores, mire sin compromiso, ¿qué está buscando, joven?, decimos, rumia el lenguaje el adentro, de las cosas, su contorno, el lenguaje se orilla, aletea, se encamina, remorea, se aquieta y recupera, se marchita y desbroza, atiza, otra vez, relampaguea, avasallante, compañero, hubo una tarde en la que todo pareció posible, nos entendimos y la vida salva y el instante largo, ven a cualquier hora, yo te pido, sé lo que se escapa, lo que esconden los niños en sus puños, ¿en qué mano está?, y cuando los abren no hay más nada, han dejado oculta la piedra tras la espalda, decimos este es mi país porque conozco los nombres de sus muertos, ayer hablé con el guardián del cementerio para que cuide tu tumba, decimos ponte el alma, decimos hay días en los que no tengo ganas de ponerme los ojos, cómo llamarlo, pero cómo llamarlo, una perplejidad, una resistencia, un olvido, un reconocimiento, una trampa, no hay palabras, decimos, para asir tanto, pero hay palabras, hay ladrillos, hay semillas, cuculíes, regodeos, croquis, el tiempo sin tiempo de la espera, hay belleza, alboroto, arcoíris, quisiéramos decir siempre y nunca, allá y acullá, flor de retama, amarillito amarillando, el lenguaje no es el enemigo y nos rearma, decir despierten de una buena vez o no se duerman, se toca y no se mira, pase y vea, tu cuerpo es mi templo, mi casa es tu casa, dijiste, yo me acuerdo, dijiste ven y fui, dijiste escucha, presta atención, estas cosas se dicen una sola vez en voz alta, rocío del lugar al que no has vuelto, altar, susurro, remolino, raíz, carcajada, ardor, leyenda, sacrilegio, el calco de una pisada en la ceniza, cocada, tono, catarata, la cumbre soleada, sedimento, cal, monte, sillar, turquesa, cacao, bocanada, dijimos, cómo se te ocurrió siquiera pensarlo, hacer eso, decir eso, ahora sí te fregaste, ausencia, fisura, chispazo, caramba, si alguien te mide la fiebre con su palma en los cachetes, la frente, la panza, y te dice no, es solo una calentura felizmente, ya se te va a pasar, termínate todo el plato para que te sientas bien, en la mesa no se deja nada, sabemos, rumia el amor el lenguaje de las cosas, las inventa, las repara, pero también se puede callar, elegir una mudez sonora, el silencio sacude o desbarata, fosiliza o calatea o, pero siempre, siempre, casi siempre, alguien tiene la última palabra y cuál es y a quién abraza y qué se abrasa.
Katya Adaui (Lima, 1977). Es autora de los libros de cuentos ‘Geografía de la oscuridad’, ‘Aquí hay icebergs’, ‘Algo se nos ha escapado’ y de la novela ‘Nunca sabré lo que entiendo’. Vive en Buenos Aires y dicta talleres de escritura.
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