Azul tirando a naranja
Fuentesal & Arenillas, prometedor tándem de la escena emergente, llevan sus esculturas expandidas a la galería F2 de Madrid

Dice Paul Éluard que la tierra es azul como una naranja, que las avispas florecen de verde y que el alba siempre se coloca en torno al cuello, como un collar de ventanas. Habla de amores insensatos y de alegría solar, casi a modo de un cadáver exquisito. Sabemos lo que le gustaba al poeta teorizar sobre los juegos de palabras y de consecuencias, esos en que los jugadores escriben por turnos en una hoja de papel, la doblan para cubrir parte de la escritura y después la pasan al siguiente participante. Lorca los llamaba “poemas al alimón”. Vicente Huidobro, quebrantahuesos. Un barómetro de contagios intelectuales, apuntillaba Max Ernst, donde la erosión es cuidadosa, las formas se rompen en dos y el sentido se encuentra en un ligero equilibrio momentáneo.
Hablo de poesía surrealista y de las esculturas de Julia Fuentesal (Huelva, 1986) y Pablo Muñoz de Arenillas (Cádiz, 1989), la pareja de artistas congregados junto a la danesa Katja Angeli en la galería F2 de Madrid. Apenas hay distancias en el modo de entender el juego y esa fijación lenta y atenta a todo lo que ocurre alrededor de una idea. Muchas de las formas se repiten, como si tuvieran una conversación pública, con tableros de madera y siluetas que aluden a las cuatro ideas fundamentales en su trabajo: material, concepto, lugar y tiempo.
El buen ojo de Olga Adelantado para su Boiler Room en 2017 fue el arranque de uno de los currículos más prometedores de la escena emergente. El próximo junio llenarán la Sala de Arte Joven de Madrid con Cubierta brillante, margen delgado, junto a Juan Canela, mientras ultiman una de las residencias artísticas de Matadero. Todas las obras reunidas aquí aparecen enredadas y llenas de cadenas asociativas y humor absurdo, como los garabatos mentales. Los collages de Angeli se llenan de patrones y ruido caótico. Las esculturas expandidas de Fuentesal & Arenillas se componen de cuerpos que se adaptan y se reiteran buscando la armonía antagónica. Una de las mejores muestras en curso.
‘Tangled up in Play’. Katja Angeli + Fuentesal & Arenillas. Galería F2. Madrid. Hasta el 5 de junio.
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