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‘Lo visible y lo invisible’, el último poema de Ernesto Cardenal

‘Babelia’ adelanta un texto inédito del poeta nicaragüense, fallecido en marzo pasado

Cepheus spur
Imagen del mapa de la Vía Láctea y otras galaxias cercanas que cataloga más de 1.700 millones de estrellas.ESA

LO VISIBLE Y LO INVISIBLE

Otra vez en mi poesía los números pavorosos

el abismo que pasmó a Pascal

galaxias y galaxias en todas direcciones

muchas tan lejos que no se ven con telescopio

100.000.000. ó 10.000.000.000 estrellas

nuestra Vía Láctea 200 billones de ellas

la más cercana a mil años luz

Si la galaxia fuera del tamaño de Austria

la otra más cerca sería Australia

así son las distancias

Millones de galaxias y billones de estrellas

alejándose a pesar de la gravedad

Mi mayor error dijo Einstein

Universo lleno de galaxias

galaxias llenas de estrellas

y estrellas con planetas

y en un planeta nosotros

(nada de esto existía)

Como una isla en el espacio cada galaxia

El Sol estrella ordinaria

de entre una multitud de estrellas

de una galaxia ordinaria

entre una multitud de galaxias ordinarias

Donde hay estrellas hay planetas

con animales galácticos en evolución

Dondequiera estrellas de remotos pasados

Y civilizaciones no todas al mismo tiempo

(¿qué nos dirán de Dios?)

Tal vez alguien en algún sitio

queriendo comunicarse con nosotros

El Big Bang:

Cuando fue de un milímetro de ancho…

Y un instante después de un kilómetro

bola de fuego enfriándose a la velocidad del rayo

Después seres sin vida tuvieron vida

El gran salto de inerte a vivo

Nadie imaginó nunca que hubiera microbios

La religión del futuro es la evolución

En un mundo en evolución

es más fácil creer que hay Más Allá:

un mundo no definitivo sino creación constante

La evolución no termina y no somos el pináculo

sin llegar aún al fin de la historia

Después de todo ¿qué es la realidad?

el universo no existe fuera de nosotros

los colores que vemos están en nuestro cráneo

tus manos que tocan están en tu mente

Y la probabilidad es parte de la realidad

Realidad que se oculta al niño

“Tu papá no vino porque está de viaje”

Creemos que miramos a las cosas

que miramos en telescopio

y no es así

Si miramos afuera un negro profundo

al centro muchísimas estrellas

Más de un millón de sistemas planetarios

con más de un millón de años luz entre ellos

no sabiendo si hay distancias mayores

porque los telescopios no alcanzan más

Se creía que era todo el universo

lo que era sólo nuestra galaxia

La borrosa nébula Andrómeda resultó galaxia

Del tenue gas interestelar nació todo

y surgió todo de pronto en un solo punto

No un evento del tiempo

sino que de allí nació el tiempo

No hay nada separado de todo eso

“Aparente separación” dice la física

la separación de los cuerpos no es real

Un error que estamos separados del cosmos

De noche miro las estrellas

toda la luz viene de ellas

la luz que emiten sobre todo lo visible

y los ojos evolucionaron para verla

Dios quería que su creación se viera

La belleza del universo nos refleja a Dios

y fue creado por él para unirse con nosotros

Infinito casi en todas direcciones

todo lo grande que se podía sin ser infinito

islas de universos separadas de nosotros

con estrellas tan lejanas que no se ven

La nueva matemática:

Uno más uno no es dos

sino uno

La salvación no es de uno sino de todos juntos

concluida la creación

El mundo imperfecto porque se está haciendo

El inventor de la rueda también es Dios

Un restaurante es sacramento y un taxi tiene una función

pero nos quiere despreocupados como los pájaros

Este mundo no tiene sentido si no hay otro

Vida después de la muerte

Dios de Abraham etc.

(Jesús a los Saduceos)

Dios de vivos y no de muertos

“Soy” –no “Fui”

y dijo el campesino de Solentiname:

“La gran noticia de que los muertos están vivos”

Ante la inevitable muerte ¿no

es necesaria la inmortalidad?

somos seres espirituales en un cuerpo material

cuerpo material con conciencia inmaterial

no somos el final ni la meta de la evolución

De seres microscópicos procedemos

De la ameba a nosotros una sola historia

Extraterrestres no están en la Biblia

Pero su encuentro nos acercaría a Dios

Carbón y agua bastan para la vida

y podrá haber vida dondequiera

La vida engendró vida

¿Qué produjo la primera vida?

No descendemos del mono

monos y nosotros descendemos juntos

Como fetos fuimos peces reptiles y monitos

El ave en el aire

el pez en el agua

el homo en su cueva

con el mamut en todo su esplendor

pintado a la luz de las antorchas

las paredes revestidas de diseños y de sueños

y fue entonces cuando cuatro niños entraron jugando

Nacidos del mismo antepasado

sin poder vivir en común

fuimos especies diferentes

Unos animales se hicieron inteligentes

con su inteligencia llegaron a Dios

Unos son mejores que otros

y sobreviven a los otros

y así se multiplicaron las especies

Otros sin ningún cambio

siguieron unicelulares

Los cambios eran sólo por error

nadie quería errar (evolucionar)

Sólo pocos cambios eran buenos

los demás sirvieron de alimento

Unos quedaron insectos

otros fueron ballenas

Unos seres son seres vivos

otros no lo fueron

Más apto no es más atlético

El mayor invento fue la célula

y unas se hicieron grandes organismos

las aletas siendo después brazos y piernas

Un día la Tierra no fue sólo selva

Hubo sabana y se bajó de los árboles

las hierbas los hicieron erectos

Algunos irguiéndose más seguido

con manos libros fabricaron cosas

como órganos fuera del cuerpo

Para fabricar pensaron

lo que no pueden los animales

y fueron humanos

La piedra no se labra sin imaginación

labrarla es tener conciencia

y también se labra por las fieras

Una buena punta de flecha

Un solo sílice muchos utensilios

(parte de la condición humana los utensilios)

Y la madera más suave que la piedra

Millones de años luz separan las galaxias

el espacio expandiéndose no las galaxias

viéndolas nosotros como si fuéramos el centro

galaxias y galaxias y grupos de galaxias

con planetas como el nuestro o muy diferentes

Y extraños extraterrestres no los de Hollywood

que son como nosotros

Y es sólo una partecita lo que vemos

motita de una estrella cualquiera

entre cinco millones de galaxias

cosmos tan grande que no podemos imaginarlo

y nosotros improbables en él

Mutaciones al azar no lo explican

ni el que todo naciera de una explosión

inmensidad tan grande para que hubiera vida

o porque ese es el tamaño de su amor

La gran inmensidad un punto pequeñísimo

De una nada vacía nació todo

Si las galaxias se alejan estuvieron juntas

Cuando el universo era menor que un átomo…

¡Tantas coincidencias para que hubiera vida!

¿Y la vida son meras coincidencias?

El universo nos produce atracción y terror

pudiendo ver sólo el observable

Incomprensible que sea comprensible

dijo Einstein

La primera tecnología fue el fuego

El invento del fuego los alegró

Separándolos más de los animales

Haciéndolos un animal social

el fuego fue la primera unión

y con el fuego el primer lenguaje

la maravilla de poder hablar

sentados juntos hablaron mejor

Lenguaje también para hablar con Dios

El último Ernesto Cardenal inédito

La Colección Libros sobre Ruedas, que patrocina la EMT de Málaga, distribuye hoy gratuitamente Lo Visible y lo Invisible, una antología personal del poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, con su último poema inédito.

Por Manuel Francisco Reina

Este 20 de enero, Ernesto Cardenal habría cumplido 96 años. Lo conocí en febrero del año 2016, en una gira por Nicaragua, presentando mi novela La Princesa Paca, que relataba la historia de amor entre Francisca Sánchez del Pozo y la gran figura nacional nicaragüense, el poeta Rubén Darío. Entre presentación y presentación, firma de libros y encuentros con estudiantes, académicos y medios, le pedí al eficiente director del Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica, René González-Mejía, aún hoy su director, que cumpliera mi deseo de conocer a los grandes escritores nicas que tanto admiraba. Gracias a sus gestiones, pude tratar, entre otros, y luego cultivar la relación, con Gioconda Belli, Sergio Ramírez, y Ernesto Cardenal. Al Padre Cardenal, que era como todos llamaban al poeta y sacerdote en Nicaragua, lo conocí en el Centro Nicaragüense de Escritores de Managua. A su lado, leal siempre, la poeta y pintora Luz Marina Acosta, asistente personal durante cuatro décadas de Cardenal, y su actual legataria. Me presentaron a aquel joven poeta de 91 años en el día que los cumplía. Mantenía en su cuerpo frágil una inteligencia lúcida, ávida por saber lo que hacíamos y escribíamos los autores en español de otras generaciones y países. Exigente, implacable con la poesía y sus creadores, me recordó en su compromiso a la poeta Pilar Paz Pasamar, mi maestra, a la que él conoció en el Madrid del año 49, y la concepción compartida por ambos de que “la palabra es sagrada”. Estaba aún suspendido “a divinis”, por el papa Juan Pablo II, por su significación política, aunque el actual Papa Francisco lo restituyera en el sacerdocio unos meses antes de fallecer.

Amparado en su generosidad, y en la mediación y amistad con su asistente, me atreví a pedirle una pequeña antología para la colección que dirijo en Málaga desde hace 4 años con el patrocinio de la Empresa Municipal de Transportes, y que distribuye cada mes 10.000 ejemplares de cada título. Cardenal trabajaba ya en el que sabía su último libro, con el título bíblico de En el camino de Emaús. (Poemas de resurrección) que meditaba sobre la vida pero, especialmente sobre la muerte. Al poeta le hizo ilusión mi propuesta y envió una antología poética personal. La selección, realizada en febrero del año pasado, incluía un texto inédito, que le da título al libro. Cuenta Luz Marina Acosta, que el poeta nicaragüense de noventaicinco años, terminó este poema el mismo día 20 de enero, día de su cumpleaños. En la fiesta que se le dio, en la embajada de México en Managua, Cardenal leyó algún fragmento de este largo poema que se da por primera vez a los lectores y que, según su asistente, fue el último poema que escribió pues falleció mes y medio después, el 1 de marzo. Formaba parte de este libro, 'En el camino de Emaús', del que es el último de 5 poemas, escritos como largos cánticos, en el que el poeta y sacerdote de la Teología de la Liberación habla de la muerte, de la unión con dios, que es el universo: “La belleza del universo nos refleja a Dios/y fue creado por él para unirse con nosotros” dice en un par de versos de este inédito, como si la hermosura del mundo fuera el espejo de Alicia a través del cual unir a la divinidad y sus criaturas.

Todo el ámbito poético de Ernesto Cardenal, está en este bellísimo texto místico, de unión con la naturaleza, de sabiduría y de asunción serena de la vida y de la muerte. Un texto revolucionario, como lo es toda su obra y su compromiso ético, estético, literario y político. Un canto a la evolución, a un “dios evolutivo” lo llama él, que se mira y está en su creación, en las estrellas, en la naturaleza, en todo, también en la muerte. Cardenal, el poeta más importante que ha dado Nicaragua, tierra de grandes escritores, después de Rubén Darío, sigue siendo una figura maltratada por la oficialidad del país. Su ejemplo y su obra, sin embargo, continúan siendo un referente de las letras hispanoamericanas contemporáneas y un faro de conciencia internacional. Ni siquiera sus exequias fueron respetadas, y una turba oficialista interrumpió el funeral insultando a Cardenal y golpeando su féretro. Podrán no nombrarlo en las aulas nicaragüenses, por imposición gubernamental, pero el creador de la llamada “revolución desprovista de venganza”, sigue tan vivo en sus versos últimos, como en sus más feroces textos del Cántico Cósmico, Salmos, o El Evangelio en Solentiname, con cuyos versos siguen dialogando, orgánicamente, estos últimos. Ernesto Cardenal, como todo poeta grande, vence la represión, la persecución y las afrentas, porque vive en su verdad vital y literaria. Es un poeta para el tiempo que habita en lo visible y lo invisible.

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