Decirme a mí mismo quién soy
En contra de lo profetizado, la religión cristiana no solo no tiende a limitarse al plano íntimo, sino que aparece en la esfera de lo público. Y, lo que es más peligroso, en la del partidismo político
En contra de lo profetizado, la religión cristiana no solo no tiende a limitarse al plano íntimo, sino que aparece en la esfera de lo público. Y, lo que es más peligroso, en la del partidismo político