El gran espejismo de la cooperación oficial española
España es un país mayoritariamente comprometido con el desarrollo, que cuenta con profesionales excepcionales. Pero al mismo tiempo, tiene un sistema de cooperación oficial que necesita renovarse
España es un país mayoritariamente comprometido con el desarrollo, que cuenta con profesionales excepcionales. Pero al mismo tiempo, tiene un sistema de cooperación oficial que necesita renovarse
A pesar de los enormes progresos materiales y tecnológicos logrados durante las últimas décadas, seguimos llegando tarde a uno de los desafíos más importantes que afronta el planeta: la enorme disparidad en el acceso a infraestructura básica
El grueso de capacidad tecnológica, técnica y experiencia en ámbitos como la energía o la gestión de agua, de la que terceros países podrían beneficiarse, reside en las empresas de tales ramos
La covid-19 nos obliga a rehacer la lista de problemas globales que preocupan a la humanidad en la última década. Al cambio climático, los ciberataques y la creciente desigualdad habrá que añadir, entre otros, la salud mental y el populismo
Si España no destaca en ayuda al desarrollo internacional es posible que quede relegada a un papel secundario en el espacio europeo
La falta de certeza empieza a ejercer una considerable presión sobre muchas organizaciones, que se preguntan sobre las coordenadas para navegar por un mapa cada vez más complejo
La inexistencia de una cabeza que lidere y coordine, con unos parámetros claros para todos, no es una buena forma de contribuir a la agenda global
No todo fue bueno, pero algunas cosas sí valieron la pena, como la perseverancia de quienes hicieron del diálogo y la cooperación el mejor aval para caminar hacia un mundo en paz, más seguro y próspero
La bandera se ha quedado pequeña para ofrecer soluciones prácticas a los retos que tenemos enfrente; igual que el sistema de Naciones Unidas o la Unión Europea
He aquí cinco cuestiones y sus respuestas en torno al debate migratorio. Un ejemplo: ¿Es la solidaridad una solución? Sí, pero con cuidado; decir y no hacer puede ser contraproducente