Cristina Kirchner achaca la inflación en Argentina al acuerdo con el FMI

El kirchnerismo puro arropó, una vez más, a Cristina Kirchner. La excusa fue la presentación de la Escuela Justicialista Néstor Kirchner, un nuevo think tank del que saldrá el programa de Gobierno que ese sector del peronismo ofrecerá para las elecciones generales de octubre. Se esperaba una definición política de la vicepresidenta, autoexcluida de cualquier candidatura desde diciembre, cuando fue condenada por corrupción. “Cristina presidenta”, cantaba el público, cuando Kirchner contestó que ya había dado “todo lo que tenía para dar”. Luego se ajustó al programa oficial, que anunciaba una clase magistral sobre el Fondo Monetario Internacional (FMI) y “su receta de inflación y recesión”. “El acuerdo con el Fondo es inflacionario porque es una política enlatada”, dijo, mientras que su ministro de Economía, Sergio Massa, negocia con el organismo un acuerdo que permita al Gobierno llegar con vida a las elecciones de octubre. “Es necesario revisar las cláusulas de ese acuerdo”, advirtió la vicepresidenta.

Kirchner optó por un largo recorrido por las peores crisis económicas de Argentina, en momentos en que la inflación está disparada y la moneda nacional se derrumba frente al dólar. Recordó la hiperinflación de 1989, el estallido de la convertibilidad del peso con el dólar en 2001 y las discusiones actuales sobre la dolarización como salida a la crisis crónica de la economía. “Estamos todos discutiendo lo que fracasó hace 20 años”, dijo. No dio nombres. Se refirió a Domingo Cavallo, el creador de la convertibilidad en los noventa, como “el ojitos claros”; y sobrevoló todo el tiempo en su discurso Javier Milei, el ultraconservador que crece en las encuestas proponiendo cambiar el peso por el dólar como única solución a la inflación, el gran drama de los argentinos.

Milei basa su campaña en atacar “a la casta” política, de la que no se siente parte pese a ser diputado. “Es un mamarracho”, le contestó Kirchner. “Anda diciendo que la casta tiene miedo. ¿De qué tiene miedo, si nunca te paso nada, hermano? ¡Qué me venís a joder con que te tenemos miedo! ¿De dónde te tenemos miedo? ¿De dónde? Pero caraduras… ¡Caraduras!”, gritó, en el tramo más encendido de su discurso.

La economía argentina se seca de divisas y la inflación vuela, y hacia eso apuntó Kirchner. El IPC subió en marzo 7,7% y ya alcanza el 104,3 interanual, el Banco Central apenas tiene reservas internacionalesy el peso perdió en lo que va de la semana más del 5% de su valor frente al dólar. La moneda nacional estuvo toda la semana bajo fuego. El ministro Massa negocia con el FMI para que adelante a junio los 11.000 millones de dólares previstos para diciembre.

El peronismo necesita del Fondo para evitar una devaluación del peso que dilapide sus escasas opciones de triunfo electoral. Fue en este marco que Kirchner cargó contra el organismo. “El acuerdo con el Fondo es inflacionario porque es una política enlatada que se aplica como una receta monotemática a todos los países. Sus políticas no han dado resultado, no hay un solo caso exitoso”, dijo. Para Kirchner, el problema de la inflación no tiene nada que ver con el rojo fiscal sino “con la escasez de dólares” que padece Argentina. “La suma que se pague al FMI debe estar atada a un porcentaje del superávit comercial, porque de ahí salen los únicos dólares que tenemos”, propuso.

Argentina se comprometió ante el FMI a reducir el déficit fiscal al 1,6% del PIB en 2023. El kirchnerismo se opuso desde el primer día a esta reducción, al punto que votó en contra del acuerdo en el Congreso. Fue el inicio de la ruptura definitiva entre Kirchner y el presidente, Alberto Fernández. La relación está hoy totalmente fracturada. El presidente subió a sus redes un vídeo para conmemorar los 20 años de la elección que inició la carrera presidencial de Néstor Kirchner. Detrás de las imágenes del expresidente, de la que fue jefe de Ministros, Fernández llamó a terminar con “el culto al individualismo, a la personalidad y a la teoría del jefe”. Fue una alusión a Kirchner y su deseo de ser ella quien decida el nombre del candidato del peronismo.

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