_
_
_
_

Daniel Noboa elimina el subsidio a la gasolina, una medida que puso contra las cuerdas a los últimos Gobiernos de Ecuador

El recorte, que afecta al combustible Extra y forma parte del acuerdo alcanzado con el FMI, supone un ahorro al Estado de 600 millones de dólares

Organizaciones sociales protestan contra la eliminación al subsidio quemando una figura del presidente, el 12 de junio en Quito.
Organizaciones sociales protestan contra la eliminación al subsidio quemando una figura del presidente, el 12 de junio en Quito.José Jácome (EFE)

El Gobierno de Daniel Noboa anunció la eliminación del subsidio a uno de los combustibles más utilizados en el país, una medida que entrará en vigor a finales de junio. La supresión de los subsidios siempre ha sido una decisión impopular que los Gobiernos anteriores, como los de Lenin Moreno y Guillermo Lasso, trataron de aplicar sin éxito. Sus intentos desencadenaron duras movilizaciones sociales que degeneraron en un clima de violencia en las calles, con muertos y heridos. Tuvieron que retractarse en las mesas de negociaciones para evitar una paralización de la economía. Con estas premisas, Noboa convocó a reuniones previas a algunos colectivos de transportistas, los más afectados por la medida, y negoció una compensación para evitar manifestaciones o el incremento de los pasajes del transporte.

En Ecuador, se utilizan esencialmente tres tipos de combustibles con diferentes precios según su calidad: diésel, Súper y Extra o Ecopaís. Moreno consiguió liberar el precio de la gasolina Súper, que es la de más alto octanaje en el mercado y la que consume la población de mayor poder adquisitivo. Le resultó imposible tocar los otros dos. Sin embargo, en el último acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno ofreció eliminar el subsidio del combustible Extra. Con esa medida se ahorraría alrededor de 600 millones de dólares al año, un monto con el que el Gobierno busca equilibrar la caja fiscal, aunque también asegura que se podrá destinar a la mejora de la infraestructura energética o al gasto social. Los presupuestos en esas áreas, no obstante, no han incrementado.

Hace una semana, organizaciones sociales y sindicales protestaron en Quito ante esta medida, aunque por el momento con muy poca acogida. Apenas 250 comerciantes y activistas recorrieron la capital en medio de gritos en contra Noboa y del FMI. La propuesta del Gobierno es eliminar el subsidio por fases. La primera consiste en aumentar el valor del combustible Extra en 26 centavos de dólar por galón; es decir, el precio final será de 2,72 dólares y se aplicará desde la última semana de junio. En la segunda fase se establecerá un sistema por el que el combustible podrá subir máximo un 5%, en función de la variación del precio internacional del petróleo y de los combustibles. “Con el incremento de la gasolina, el valor seguirá muy por debajo del promedio de otros países de la región”, dijo Ana Cristina Avilés, viceministra de Economía. De los 600 millones de dólares que el país dejará de gastar en el subsidio, alrededor de 100 millones se destinarán a compensar el incremento a los conductores de taxis, tricimotos o motos de tres ruedas y camionetas que trabajan en las zonas urbanas y rurales del país. El ministro de Energía aseguró que es parte del acuerdo al que llegaron con los transportistas, que deberán registrar su solicitud para recibir el dinero directamente en una cuenta bancaria.

Después de que entre en vigor la medida solo quedarán activos los subsidios al diésel, el combustible que utiliza el transporte masivo, de mercancías y la industria y que afecta indirectamente a los precios de los productos. Tampoco se tocará el subsidio al cilindro de gas que utiliza la mayor parte de la población. Estas son las subvenciones más sensibles a las que se enfrentan todos los Gobiernos desde hace cinco décadas, cuando la instauró la dictadura militar que vivía la primera bonanza petrolera. En la historia del país quedó marcado el 26 de junio de 1972, cuando el régimen organizó una pomposa ceremonia en el Ministerio de Defensa en Quito para recibir al primer barril de petróleo que se extrajo de las entrañas de la Amazonia. En un vehículo militar y sobre un cojín, el barril de madera fue trasladado en medio de un desfile organizado en su honor, con estudiantes vestidos con el uniforme cívico, chicas que lanzaban al aire sus cachiporras, trabajadores que sostenían pancartas y militares que marcharon por las calles de la capital hasta el Templo de la Patria, en el mismo lugar donde están los restos de los héroes de la nación. De esa forma iniciaba un nuevo periodo en el modelo económico y social de Ecuador, que no ha logrado cambiar ni adaptarse a uno más sostenible.

El recorte de los subsidios es una de las medidas de ajuste económico que ha aplicado Noboa en siete meses de Gobierno. El primer recorte fue, en abril, el aumento de dos puntos porcentuales del IVA a varios productos de la canasta básica. De esta manera, pretende cumplir con los acuerdos alcanzados con el FMI, que otorgó un crédito de 4.000 millones de dólares. El organismo internacional ya transfirió los primeros 1.000 millones, que en gran parte servirán para pagar deuda interna y externa.

Siga toda la información de El PAÍS América en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_
Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_