Proceso de paz con el ELN: fin del cese al fuego, secuestro, participación de la sociedad civil y crisis de los diálogos con el Gobierno Petro

Las delegaciones han sostenido en Venezuela, México y Cuba varios ciclos de unos diálogos congelados desde mayo en medio de recriminaciones, mientras el Ejecutivo avanza en negociaciones paralelas con el frente Comuneros del Sur

Vera Grabe e Iván Cepeda, negociadores del Gobierno en la mesa de diálogos de paz con el ELN, en Bogotá, en 2024.Jorge Gil (EFE)

El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla en armas en Colombia, se ha vuelto a sentar en una mesa de conversaciones en busca de un acuerdo de paz, por primera ocasión con un Gobierno de izquierdas, el de Gustavo Petro.

El inédito cese al fuego de seis meses y después prorrogado hasta completar un año entero expiró el pasado 3 de agosto sin que las delegaciones hayan conseguido desatascar el diálogo. Aunque en la mesa ya se había pactado “la suspensión de las retenciones con fines económicos”, como se refiere el ELN al repudiado crimen del secuestro extorsivo de civiles, la guerrilla anunció en mayo que se proponía retomar esa práctica. La dilatada crisis se ha visto agravada por los diálogos paralelos que mantiene el Gobierno con un frente díscolo en el sur del país que se desprendió de la dirección nacional del ELN: el Frente Comuneros del Sur en el departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador.

En medio de múltiples tropiezos –que incluyeron a finales de octubre de 2023 el secuestro del padre del futbolista Luis Díaz–, las delegaciones sellaron el pasado mayo en Caracas el primer punto de la agenda, que alude al modelo para la participación de la sociedad civil. A pesar de ese hito, las partes reconocen que el proceso atraviesa su peor momento. La guerrilla –que exige que la retiren de la lista de grupos armados organizados (GAO)– incluso rechazó en agosto la propuesta que le había hecho llegar el presidente Petro para reanudar los diálogos, que se refería a discutir una reforma al modelo económico.

Las conversaciones se mantienen congeladas desde mayo, lo que ha impedido acordar la extensión del cese al fuego. Desde que expiró, han ocurrido al menos una decena de atentados atribuidos al ELN, entre ellos el ataque del 17 de septiembre contra una base militar en Puerto Jordán, en Arauca, que dejó dos militares muertos y 26 heridos. Ese atentado, en particular, llevó a Petro a dejar el diálogo en vilo. “Prácticamente, es una acción que cierra un proceso de paz con sangre”, declaró el presidente. Al día siguiente, la delegación del Gobierno declaró que la mesa quedaba suspendida: “Su viabilidad está severamente lesionada, y su continuidad sólo puede ser recuperada con una manifestación inequívoca de la voluntad de paz del ELN”.

El jefe de la delegación del ELN, Pablo Beltrán y el comisionado de Paz, Otty Patiño, se estrechan la mano tras el cierre del cuarto ciclo de diálogos de paz entre el Gobierno de Colombia y el ELN, en Caracas (Venezuela), en septiembre de 2023. Rayner Peña R (EFE)

¿Qué es el frente Comuneros del Sur de Nariño?

En medio de la crisis en la negociación con el ELN, el Gobierno ha mantenido diálogos paralelos con los Comuneros del Sur en el departamento de Nariño, un antiguo frente que ha optado por desprenderse del comando central, liderado por Antonio García, y de la dirección nacional de la última guerrilla en armas. El anuncio formal de esa escisión, en mayo, ha provocado insistentes reclamos de la delegación del ELN al Ejecutivo de Gustavo Petro. Ya desprendidos de la cúpula guerrillera, el Gobierno ha dado los primeros pasos para instalar otra mesa de diálogos con los Comuneros del Sur, mientras la del ELN sigue congelada. Ese equipo negociador está encabezado por Carlos Augusto Erazo, quien fue el comandante del presidente Petro como miembro de la extinta guerrilla del M-19, y también incluye a la excongresista Ángela María Robledo.

¿El secuestro está prohibido en la mesa de diálogos?

El secuestro ha sido un obstáculo recurrente en las sucesivas negociaciones con el ELN, que no había renunciado a esa práctica ni siquiera después de sentarse a dialogar con el Gobierno. Cuando las delegaciones anunciaron el cese al fuego bilateral, el 9 de junio de 2023, el jefe negociador de la guerrilla, Pablo Beltrán, dijo que las extorsiones y los secuestros –a los que se refiere como “impuestos” y “retenciones”– son “operaciones de finanzas” que no hacían parte aún de lo pactado. Más allá de los eufemismos a los que suele acudir la guerrilla, el secuestro de civiles se entendía como una violación del documento firmado, que prohíbe la “toma de rehenes” en el marco del Derecho Internacional Humanitario. La crisis se solventó con el anuncio de la mesa, en diciembre, de “la suspensión de las retenciones con fines económicos, según el ELN, en el marco de la prolongación del cese al fuego prevista para finales de enero [de 2024]”. Ya en febrero, el texto que prolongó por seis meses más el cese al fuego bilateral, nacional y temporal destaca que la guerrilla se compromete formalmente durante ese período –que en cualquier caso expiró el pasado 3 de agosto– a “suspender de manera unilateral y temporal las retenciones de carácter económico”.

¿Cuándo se inició el proceso de paz?

El Gobierno de Juan Manuel Santos pactó una agenda de negociación con el ELN, que se divulgó también en Caracas, en marzo de 2016. Postergadas por un tira y afloje en torno al tema del secuestro, la fase pública de las conversaciones solo se inició a comienzos de 2017 en una antigua hacienda tabacalera en los alrededores de Quito, Ecuador. En aquel entonces, se arrancó con la premisa de que las sesiones de trabajo también podían tener lugar en Brasil, Venezuela, Chile o Cuba –además de contar con Noruega como país garante–. La mesa se trasladó en el final del periodo de Santos a La Habana, Cuba –que ya había albergado la negociación que desembocó en el acuerdo de paz con las FARC–.

Iván Duque –un crítico del acuerdo con las FARC– heredó la negociación con el ELN, pero la dio por terminada cuando llevaba un semestre en el poder luego del atentado contra una escuela de cadetes en Bogotá que causó 23 muertos, en enero de 2019. La ruptura trajo repercusiones diplomáticas para La Habana. Duque desconoció los protocolos firmados por las partes –incluyendo los países garantes–, lo que dejó en el limbo a la delegación del ELN que se encontraba en Cuba. La isla se negó a extraditarlos, amparada en los protocolos. Cuando el Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos designó a Cuba como un “Estado patrocinador del terrorismo”, en enero de 2021, justificó su decisión en los reclamos de Duque.

El Gobierno de Petro se propuso retomar los diálogos, desde el punto en que quedaron suspendidos, tan pronto llegó al poder, el 7 de agosto de 2022. “Partimos de lo ya existente, de lo ya pactado, no nos estamos inventando nada”, dijo en su día el entonces alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda. Los equipos negociadores de ambas partes instalaron el lunes 21 de noviembre de 2022 en el cerro Ávila, en las afueras de Caracas, Venezuela, la reanudación del “diálogo político”. “En mayo de 2025 cesa definitivamente la guerra de décadas entre ELN y el Estado”, llegó a augurar en su momento el presidente Petro.

Vera Grabe, Iván Cepeda y Nubia Carolina Córdoba, gobernadora del Chocó, participan en las mesas de diálogo del Gobierno de Petro con el ELN, en febrero de 2024.Gobierno de Colombia

¿Cuál es la agenda de negociación?

Al final del segundo ciclo de negociaciones, las partes anunciaron la Nueva Agenda de Diálogos de Paz, que incluye los siguientes puntos:

  1. La participación de la sociedad en la construcción de la paz
  2. Democracia para la paz
  3. Transformaciones para la paz
  4. Víctimas
  5. Fin del conflicto armado
  6. Plan general de ejecución de los acuerdos entre el Gobierno Nacional y el ELN

¿Cuáles son las condiciones del cese al fuego?

Al final del tercer ciclo de negociaciones, las partes anunciaron un inédito cese al fuego de seis meses – “bilateral, nacional y temporal”–, a la espera de una tregua definitiva que alivie a las comunidades más golpeadas por el conflicto armado. El cese acordado tenía plena vigencia, de 180 días, a partir del 3 de agosto de 2023, y después fue prorrogado hasta el 3 de agosto de 2024, cuando expiró. Los mecanismos de monitoreo y verificación incluyen la participación de la ONU y la iglesia católica, pero –como la propia mesa– también se encuentran congelados.

¿Cuáles son los países garantes?

La negociación comenzó con Cuba, Noruega y Venezuela como países garantes. Como parte de sus primeros acuerdos, la mesa de diálogos invitó a Brasil, Chile y México para sumarse con el estatus de países garantes, mientras que Alemania, Suecia, Suiza y España son países acompañantes del proceso. Las partes también contemplan que Estados Unidos eventualmente pueda tener un enviado especial a la mesa, y la vicepresidenta Francia Márquez invitó a Sudáfrica a sumarse a los países garantes en una visita al país africano. Esas dos ideas hasta ahora no se han concretado.

¿Cuáles son las sedes de la negociación con el ELN?

El primer ciclo de diálogos se cumplió en Caracas, el segundo en Ciudad de México, el tercero en La Habana, el cuarto regresó a Venezuela, el quinto a México y el sexto a Cuba. El ELN ha mantenido en suspenso desde abril el séptimo ciclo de negociaciones –la firma en mayo en Caracas del primer punto de la agenda, sobre la participación de la sociedad civil, no ocurrió formalente en uno de los ciclos de diálogo–.

La reinstalación de los diálogos se oficializó el lunes 21 de noviembre de 2022 en un hotel en la cima del cerro Ávila, en las inmediaciones de Caracas. Pero Venezuela, uno de los países garantes, fue apenas el punto de partida, no una sede permanente. El segundo ciclo de conversaciones se realizó en México, otro de los países garantes, y el tercero en Cuba, entre el 2 de mayo y el 9 de junio de 2023. El cuarto ciclo regresó a Venezuela, del 14 de agosto al 4 de septiembre, y el quinto a México, desde el 30 noviembre hasta el 17 de diciembre. El sexto fue nuevamente en Cuba, del 22 de enero al 6 de febrero de 2024. En el proceso con el Gobierno de Santos ya se contemplaba una sede rotativa entre varios países latinoamericanos. El presidente Petro postuló a la Ciudad del Vaticano como sede para una próxima ronda de diálogos luego de reunirse en enero con el papa Francisco en la Santa Sede.

¿Quiénes son los negociadores?

La nueva jefa de la delegación del Gobierno desde diciembre de 2023 es Vera Grabe, antropóloga de 72 años, exguerrillera y exsenadora por la Alianza Democrática M-19, el mismo grupo en el que militó el presidente Petro en su juventud. Grabe releva a otra figura histórica del M-19, Otty Patiño, después de que pasó a ser el alto comisionado para la Paz. A Grabe la acompañan otras figuras cercanas al mandatario como los senadores Iván Cepeda y María José Pizarro, pero también representantes de sectores de derecha, como el líder ganadero José Félix Lafaurie, o de los militares, como el coronel en retiro Álvaro Matallana y el almirante Orlando Romero. La delegación del ELN está encabezada por viejos conocidos como Pablo Beltrán, Aureliano Carbonell y Nicolás Rodríguez Bautista (Gabino).

¿Cuándo nació el ELN?

El Ejército de Liberación Nacional nació en 1964 inspirado en la revolución cubana y marcado por una profunda influencia religiosa. Varios de sus fundadores –sindicalistas, estudiantes y campesinos– fueron entrenados en la isla caribeña. Muy pronto se les sumó el cura colombiano Camilo Torres (1929-1966), quien murió en uno de los primeros combates. El cura Torres, junto a otros tres sacerdotes españoles exponentes de la Teología de la Liberación que le siguieron más adelante los pasos, sellaron la confluencia entre cristianismo y marxismo que ha caracterizado al grupo guevarista. Entre ellos, Manuel Pérez (Alfamén, Zaragoza, 1943), quien llegó a comandar al ELN hasta su muerte por causas naturales en 1998.

¿Qué hace el ELN en la actualidad?

El ELN cuenta con unos 2.350 combatientes y presencia en regiones como los departamentos de Norte de Santander y Arauca, fronterizos con Venezuela, en el nororiente de Colombia, así como en Nariño y Chocó, en el occidente, cerca de la franja del Pacífico. En los últimos años se ha fortalecido militarmente, se ha expandido y su presencia del lado venezolano de la frontera está documentada. Organizaciones como Human Rights Watch han denunciado que las fuerzas de seguridad venezolanas han sido sus cómplices, al punto de realizar “operaciones conjuntas” con el ELN. Por eso el papel de Venezuela emerge como un factor clave en cualquier negociación.

Guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se forman durante una reunión en el departamento del Chocó (Colombia), en una fotografía de archivo. Ivan Valencia (Bloomberg)

¿Cuál fue el primer acuerdo de paz en Colombia?

Distintos gobiernos de Colombia han negociado con diversos actores armados en busca de alcanzar acuerdos de paz. El primer gran acuerdo de paz entre una guerrilla y el Estado colombiano se firmó el 9 de marzo de 1990 en Caloto, Cauca, con el M-19. La Alianza Democrática M-19, el movimiento político que surgió de la guerrilla que acababa de dejar las armas, tuvo un papel protagónico en la Asamblea Constituyente que redactó la carta política de 1991.

El otro gran acuerdo de paz con una guerrilla se firmó con las FARC el 24 de noviembre de 2016. El desarme de las otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, hoy convertidas en un partido político con representación en el Congreso, dejó al ELN como la última guerrilla en armas en el país.

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