El Gobierno reconoce dificultades en la evacuación por el Nevado del Ruiz: “Los campesinos temen perder lo poco que tienen”
La UNGRD espera que el sábado estén consolidados los datos de la población que ha sido trasladada a lugares más seguros
El Gobierno de Colombia enfrenta dificultades para evacuar a la población en riesgo por la posible erupción del volcán Nevado del Ruíz, ubicado entre Tolima y Caldas. “Los campesinos temen perder lo poco que tienen. Sus vaquitas, sus ovejas”, explica por teléfono a este periódico el director encargado de la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo de Desastres (UNGRD), Luis Fernando Velasco. Varias entidades estatales recorren las localidades afectadas para generar conciencia de la necesidad de realizar una evacuación preventiva. Las alcaldías y gobernaciones tienen hasta la noche de este viernes para enviar a la UNGRD los datos sobre los niveles de evacuación. Velasco espera que el sábado haya cifras consolidadas.
“De alguna gente no hemos tenido respuesta que quisiéramos”, reconoce el director encargado de la UNGRD tras la quinta reunión del Puesto de Mando Unificado (PMU) que encabezó junto a la ministra de Ambiente, Susana Muhamad. No obstante, enfatiza que ha habido éxitos con la evacuación de niños, a cargo del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), y que el Ministerio de Agricultura trabaja en un programa para habilitar tierras a las que trasladar el ganado de los campesinos. Las alcaldías, en tanto, están a cargo de proveer albergues que acojan a las personas afectadas.
Velasco señala que no hay certezas de si el volcán hará erupción. Explica, sin embargo, que la evacuación preventiva es esencial porque hay indicios preocupantes de que puede ocurrir. “No podemos ser tan irresponsables de decir cuándo va a ser erupción, pero tampoco de no prepararnos ante la posibilidad”, remarca. La UNGRD estima que hay alrededor de 2.500 familias en zonas de alto riesgo.
El Nevado del Ruiz genera preocupación desde el pasado 24 de marzo. La actividad sísmica en su cráter Arenas ha alcanzado niveles que no se registraban hace años y la temperatura ha alcanzado mediciones preocupantes, que indican que la magma está cerca de la superficie. El Servicios Geológico Colombiano informó el pasado 31 de marzo que su nivel de actividad llegó a naranja por primera vez en 10 años.
Una erupción puede traer gases y fluidos de altas velocidades y temperaturas. Los fenómenos más letales son la expulsión de ‘nubes ardientes’ o flujos piroclásticos –mezcla de gases y partículas sólidas extremadamente calientes– y la fractura de rocas que pueden caer sobre las personas. En caso de que la erupción sea muy fuerte, la ceniza puede llegar a miles de kilómetros de distancia y se pueden formar flujos de lodo que afecten a los ríos.
El director de la UNGRD resalta la importancia de recordar la tragedia de Armero en 1985, cuando 25.000 personas murieron por una avalancha generada por una erupción del volcán. “Funcionarios de todo los niveles están caminando diciéndole a la gente que se acuerde”, dice. En caso de una erupción inminente, se activarán alarmas y sonarán campanas de iglesias para activar procesos de evacuación de emergencia.
El Servicio Geológico Colombiano (SGC) ha informado este viernes que el volcán registra una ligera reducción de actividad sísmica con respecto al jueves, pero que el nivel naranja se mantiene. Velasco enfatiza en que por ahora no hay menores riesgos. “En 1985, hubo sismos todo el año. Pararon unos días y a la semana fue la gran erupción”, subraya.
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