Dos hombres intimidan con armas a la redacción de ‘El Heraldo’ para exigir una publicación

Dos hombres armados ingresaron el lunes a la redacción de El Heraldo, en Barranquilla, y exigieron la publicación de una entrevista con Digno Palomino, líder del grupo criminal Los Costeños. Así lo ha informado este martes la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) en un comunicado que pide medidas a la Unidad Nacional de Protección (UNP) para proteger a los periodistas. La amenaza se suma a otra que el mismo grupo realizó esta semana por vía telefónica. Según la FLIP, los casos han evidenciado el peligro que enfrentan los comunicadores de la región y “la alta capacidad de daño que tienen estos grupos ilegales”.

Los Costeños, de acuerdo a la FLIP, alegaron que quieren sumarse a la paz total del Gobierno de Gustavo Petro y que a través de la entrevista deseaban manifestarlo. Seis de los miembros del grupo se presentaron en la entrada de la redacción. Dos lograron entrar, después de alegar su deseo de hablar con la directora del periódico, Érika Fontalvo. Finalmente, tres periodistas salieron a dialogar para evitar que la situación escalase.

El incidente se suma a otras agresiones perpetradas en los últimos días. Los Rastrojos, rivales de Los Costeños, difundieron un video el 25 de marzo en el que exigían la publicación de una entrevista a El Heraldo, Impacto News y Zona Cero. Este último medio ya había recibido la semana pasada otro mensaje intimidatorio: “Se van a pudrir de bombas en sus instalaciones”. Fue a través de una publicación anónima en Facebook y no han podido determinar cuál es el grupo que lo envió, aunque sospechan de Los Rastrojos por la amenaza anterior.

El Heraldo ha emitido un comunicado en la tarde del martes para repudiar la intimidación por parte de los grupos armados. “[Es] una clara intimidación al libre ejercicio del periodismo y atenta directamente contra el derecho de toda la sociedad a estar informada”, lee el texto. Además, el periódico ha afirmado que desconoce los motivos por los cuales las organizaciones del crimen organizado exigen entrevistas o buscan hacerles llegar contenidos.

Fontalvo se expresó hace unos días en Twitter respecto a las amenazas que realizó la semana pasada el líder de Los Rastrojos, Óber Martínez, tras la detención de su esposa. La directora del periódico enfatizó en el terror que han generado en la población civil: “Atemorizados están comerciantes de Barranquilla tras las amenazas del ‘Negro Óber’ que nos ponen a todos, también a la prensa —presionada por sus arrogantes demandas— en el filo de la navaja. ¿Quién vela por nosotros? ¿Por qué nos someten a vivir así, entre la espada y la pared?”.

La Fiscalía ha solicitado este martes a la UNP que establezca medidas para proteger a los comunicadores. Además, ha informado que ya ha iniciado las investigaciones para determinar lo sucedido el lunes.

Un vocero de Zona Cero que prefiere no revelar su identidad por razones de seguridad argumenta por teléfono la importancia de que los medios permanezcan neutrales en medio de la disputa territorial que libran los grupos armados en la ciudad. Explica que en su medio no realizan entrevistas a líderes de organizaciones ilegales porque los grupos las suelen utilizar para lanzar amenazas a otros actores armados y a los comerciantes. Asimismo, el medio queda expuesto a represalias de los rivales: “Si entrevistas a uno, el otro piensa que eres amigo y que lo estás beneficiando. Quedas en la mira”.

Los medios locales limitan la información que se publica de los grupos armados a las defensas jurídicas de sus miembros en procesos judiciales, o a los mensajes en cartas como la que Los Rastrojos mandaron el año pasado al Gobierno para expresar su voluntad de sumarse a la paz total. Sin embargo, la sensación de vulnerabilidad que sienten los comunicadores es evidente. “Si las autoridades no dan abasto para atender comerciantes, tampoco van a poder con los periodistas”, comenta el vocero de Zona Cero.

La región metropolitana de Barranquilla enfrenta una difícil situación de seguridad. A mediados de este mes, el municipio de Soledad vivió una masacre y la muerte de un reconocido líder social en la misma semana. Días después, cinco personas fueron asesinadas en otra matanza en el casco histórico de la capital del Atlántico.

Los principales actores armados en la zona son el grupo regional Los Costeños y diversas bandas locales como Los Rastrojos y Los Papalopez. El Heraldo ha señalado a estas últimas dos como organizaciones vinculadas al Clan del Golfo, el principal grupo narcotraficante de Colombia. Los crímenes que realizan van desde extorsiones y venta de drogas hasta homicidios.

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