Colombia y Venezuela se abren la puerta económica
El paso de dos camiones sobre el Puente internacional Simón Bolívar selló este lunes la reapertura de la frontera entre los dos países
El paso de dos camiones sobre el Puente internacional Simón Bolívar selló este lunes la reapertura de la frontera entre Venezuela y Colombia. Un paso más en la reconstrucción de una relación que comenzó a romperse hace más de siete años cuando Nicolás Maduro ordenó un cierre temporal que se fue prolongando de un lado y otro. El empeño del presidente colombiano, Gustavo Petro, por superar cuanto antes la ruptura que ahondó su antecesor, Iván Duque, es una prioridad desde que llegó a la presidencia hace un mes y medio. Este lunes, Petro participó en el evento. A Maduro no se le vio. El apretón de manos entre los dos mandatarios tendrá que esperar.
En este proceso, los símbolos tienen aún más significado que los hechos. La reapertura comercial es un primer paso para una frontera que en sus buenos años llegó a ser la más activa de América Latina. Los vehículos de mercancías podrán cruzar desde esta noche, aunque durante el día los puentes seguirán funcionando como pasos peatonales, igual que en los últimos meses. Petro, que se dio un baño de masas, aseguró que era un “día histórico” para toda la región.
Con dos horas de retraso sobre lo previsto, el presidente aterrizó en Cúcuta. Acompañado de un enorme comitiva y entre gritos de ¡Viva Petro! y !Sí se pudo! el presidente caminó desde el lado colombiano de la frontera hasta el punto medio del Simón Bolívar. Desde Venezuela, una comitiva del Gobierno chavista encabezada por el ministro de Transporte hizo el camino contrario. Ahí se estrecharon las manos en medio de una nube de cámaras y seguridad. Una banda del ejército venezolano entonó el himno colombiano y la sinfónica del ejército colombiano tocó el venezolano.
El plato fuerte de una jornada de calor pegajoso era el paso de los camiones, además de la presencia del presidente confirmada a última hora. Un vehículo de carga venezolano haciendo sonar el claxon, con globos de colores y la bandera anudada al morro, atravesó el puente entre aplausos. Como mercancía llevaba dos rollos de lámina metálica. Del otro lado, cruzó un camión colombiano, también abanderado. Petro explicaría después que iba cargado de medicinas. Los dos países se acababan de abrir la puerta al intercambio comercial después de siete años marcados por los desencuentros. “La gracia del comercio es que traiga progreso para la población y yo estaré midiendo eso”, advirtió Petro.
Desde esta madrugada, los camiones podrán atravesar dos de los tres puentes que unen el departamento colombiano de Norte de Santander y el Estado venezolano de Táchira: el Simón Bolívar y el Francisco de Paula. El presidente anunció que en unas semanas abriría, por primera vez al tránsito, el Puente Binacional de Tienditas, que se convirtió en un símbolo de la inquina entre los dos países y nunca llegó a inaugurarse. La reapertura era un clamor de la población fronteriza a ambos lados, que nunca llegó a vivir del todo de espaldas a sus vecinos, pero sí sufrió el empobrecimiento de la falta de relaciones. El intercambio comercial entre Colombia y Venezuela superó los 7.000 millones de dólares en 2008, pero en 2021 fue de 394 millones.
Petro está decidido a liderar un acercamiento a la Venezuela de Nicolás Maduro después del fracaso de la vía Guaidó que abrazó Duque y que aspiraba a desalojar al chavismo del poder. Una estrategia promovida por Estados Unidos, pero que incluso Washington da ya por vencida. La reapertura comercial es un avance más en un proceso que lleva caminando desde que el presidente colombiano llegó al poder pero en el que se esperan tiras y aflojas. Tras el nombramiento de embajadores y la apertura de la frontera que conecta por tierra los dos países, se espera que en breve se reanuden las conexiones aéreas. La idea era que este lunes volara el primer avión Caracas-Bogotá, pero los intentos de dos aerolíneas venezolanas fueron en vano por los problemas derivados de las sanciones internacionales. “Habrá discusiones y obstáculos entre los dos gobiernos, pero siempre en paz y con el argumento. Siempre respetando al otro. La autodeterminación de los pueblos es una orden de la Constitución”, dijo Petro antes de finalizar el acto. El encuentro con Maduro aún no parece inminente.
Mientras todo esto sucedía, cientos de venezolanos esperaban del lado cucuteño del puente a que se abriera el paso. Como cada día, también este lunes miles de personas cruzaron a pie de un lado y otro. Para hacer la compra, para ir al médico, para estudiar. Para ellos, la fiesta de la frontera frenó la cotidianidad de su vida entre dos ciudades que no se entienden por separado, pero que sabían de la trascendencia de un día histórico. Para Yenni Velázquez el tiempo parada mereció la pena: “Yo me espero pa pasar pa que nunca se vuelva a cerrar más”.
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